Rabat se crece
El español presenta su candidatura con una victoria ante Kallio y Nakagami es descalificado
Su fuerte son los finales de carrera. O al menos es en las últimas vueltas cuando saca todo el jugo a su pilotaje y su moto. Tito Rabat (25 años) no es el mejor en las salidas, tampoco en las primeras vueltas con el depósito lleno. Pero el año pasado ya demostró que, con paciencia, ha aprendido a dibujar una trazada limpia, a acertar con el crono. Cuida los neumáticos con cariño. Y empieza a ser un martirio para sus rivales cuando las gomas de los demás empiezan a desgastarse. Se crece en los finales de carrera, como se creció a final de la temporada pasada, cuando creyó que incluso podría ganar el título. Quien le sufrió este domingo en Catar fue Takaaki Nakagami (22), el eterno segundo, ese chico que encadenó el curso anterior hasta cuatro segundos puestos de manera consecutiva. Y nunca llegó la victoria. No la ha logrado todavía (y finalmente tampoco el podio: fue descalificado por llevar un filtro de aire no reglamentario). El primer triunfo del 2014 fue para Rabat, el gran favorito, ese piloto que dio un salto de calidad brutal en 2013, el año en el que ganó la primera carrera mundialista de su vida, ese que se pasó la temporada a la sombra de Pol Espargaró.
En el estreno de esta nueva campaña Rabat, con una Kalex que empieza a parecer infalible —de los cinco primeros clasificados, cuatro la llevan—, en un nuevo equipo, con aires renovados —¿Qué me da este equipo que no tuviera? Ahora siento que quieren que gane”, declaró— y toda la confianza ganada en los últimos meses, se impuso con la calma del que empieza a saber lo que hace. Salía desde la pole, pero Nakagami le adelantó en la primera curva y llegó al segundo parcial, algo rezagado; vio cómo su rival se le escapaba; y se concentró en perseguir la estela de su compañero de equipo, Mika Kallio, que se convirtió en su guía. Perdía fuelle Luthi —cayó de la segunda a la cuarta plaza; a la tercera tras la sanción a Nakagami— al tiempo que Rabat se acercaba más y más.
A falta de nueve giros adelantó a su colega en el equipo MarcVDS. Y al siguiente sacó toda la potencia del motor para adelantar también al joven japonés, aunque aquel le devolvería el adelantamiento unas curvas más tarde y el de Barcelona tuvo que volver a la carga. Los tiempos de uno y otro, con la misma moto, eran casi idénticos, así que sería el más agresivo quien se llevaría el premio gordo. Fue Rabat. Para desgracia del nipón, que no termina de aprender a cerrar las carreras cuando las domina desde la primera vuelta. Tras ellos dos, separados por apenas 40 milésimas —lo intentó Nakagami con el rebufo en la recta en los últimos segundos—, Mika Kallio, todo un veterano (31 años), y un superviviente: el día anterior había sufrido una caída escalofriante al chocarse con la moto de Cortese en plena trazada, destrozó su máquina y tenía la espalda dolorida. En cuarta posición, dando la sorpresa, Maverick Viñales, de 19 años, el campeón del mundo de Moto3 de 2013, que se estrenó en la categoría con una carrera magnífica en la que remontó desde la 14ª posición de salida. Quien tuvo, retuvo. Y a él nunca le faltó talento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.