Yamaha encuentra al fin un aliado

A la m de la marca de bebidas energéticas Monster se ha unido en el carenado y la cúpula de la Yamaha la m de Movistar, que vuelve al motociclismo con una apuesta muy ambiciosa. Aunque no ha trascendido lo que la telefónica invertirá en el equipo nipón, sí se sabe que sus planes son a largo plazo —el acuerdo es para los próximos cinco años— y que el contrato de patrocinio es solo una parte del potente proyecto de transmisión televisiva a través de su plataforma de pago MovistarTV —el acuerdo inicial con Dorna por los derechos de televisión es también por cinco años—.

La compañía española ha encontrado un espacio perfecto y un equipo necesitado para promocionar el cambio de rumbo de lo que ya no será solo una empresa de telefonía. Y vuelve así al mundo de motociclismo —impulsó en 1999 la copa de promoción Movistar Activa, un campeonato monomarca para descubrir jóvenes talentos, y trabajó luego con pilotos como Sete Gibernau y Dani Pedrosa— para quedarse muchos años, según afirma el director de comunicación de la compañía, Luis Velo: “Empezamos una nueva era y queremos quedarnos en el Mundial 10 o 15 años”.

Coincidencia de intereses

Los planes de expansión de MovistarTV han coincidido con las necesidades de uno de los mejores equipos de la parrilla de MotoGP, que trataba de competir en igualdad de condiciones con el todopoderoso equipo Repsol Honda. En Yamaha han tardado tres años en encontrar un patrocinador principal para las motos de un equipo que ha sido dos veces campeón del mundo en los últimos cuatro años. Desde que Valentino Rossi dejara la casa japonesa al terminar 2010 y también lo hiciera, de su mano, la empresa automovilística Fiat tras cuatro años de esponsorización, la fábrica de Iwata ha sufrido para llenar ese vacío. Aunque la marcha de Rossi —anunciada en verano de 2010— influyó negativamente en la renovación del contrato con Fiat, resulta igualmente alarmante que la marca no lograra cerrar ningún otro acuerdo a pesar de haber terminado aquel año con Lorenzo como campeón del mundo. Es más, el mallorquín volvió a ganar el título en 2012. Y cambiaron poco las cosas.

Cree Lin Jarvis, director del departamento de carreras de Yamaha, que se vieron afectados por la situación económica y por el estallido de la crisis de Lehman Brothers en 2008. “Aquel año habíamos firmado nuestro último contrato de dos años con Fiat. Teníamos que renovarlo en 2010. Buscamos en todas partes, especialmente en España e Italia, de donde han salido históricamente las empresas que más han apoyado al motor, pero la situación de esos países había cambiado”. Así que, puesto que no jugaba uno solo, ideó otra forma de recaudar inversión al ampliar el abanico de patrocinadores con Monster como referente (unos 2,5 millones al año) y otras empresas como Iveco o Eurasian Bank, que ponían y ponen todavía su granito de arena. Aunque todos sabían que aquello no era suficiente, no era bastante para competir con HRC, ni tampoco para retener a sus estrellas o pelear por los grandes fichajes en un año como este 2014 en el que las cuatro grandes figuras de MotoGP (Márquez, Lorenzo, Pedrosa y Rossi) terminan contrato. “Esto nos permite trabajar mejor y pensar en el futuro”, asevera Jarvis. Si ese futuro habla español, mucho mejor para Movistar, que lo tiene claro: “Nos gustaría tener siempre un piloto español en el equipo”.