Seguir vivos sin Lamar Odom
El Laboral Kutxa se impone a domicilio al Panathinaikos (61-68) aunque sigue último del grupo
El Laboral Kutxa consiguió este viernes ante el Panathinaikos su segunda victoria en el top 16 de la Euroliga (61-68), en el partido correspondiente a la novena jornada, por lo que mantiene vivas las opciones de conseguir un billete para los cuartos de final, aunque toda posibilidad parezca todavía remota.
El conjunto de Sergio Scariolo, que no ganaba desde la primera jornada al Unicaja de Málaga, logró un triunfo de enjundia en su visita al OAKA, una de las canchas más difíciles de Europa, pese a que sufriese de lo lindo en los instantes finales, cuando le costó guardar la renta obtenida en los dos últimos cuartos.
Panathinaikos, 61; Laboral Kutxa, 68
Panathinaikos: Ukic (4), Diamantidis (15), Maciulis (5), Lasme (5) y Gist (6) --quintento inicial-- Bramos (10), Batiste (-), Fotsis (4), Giankovits (-) y Wright (12).
Laborla Kutxa: Heurtel (9), Causeur (9), San Emeterio (8), Nocioni (16) y Pleiss (12) --quinteto inicial--; Jelinek (6), Poeta (4), Mainoldi (-), Hanga (4) y
Árbitros: Pukl (Eslovenia), Sahin (Italia) y Kowalski (Polonia). Eliminaron por faltas personales a Pleiss y a Giankovitis.
9.000 espectadores en el Olympic Sports Center.
Nocioni, indispensable una vez más en el buen hacer vitoriano, fue el mejor de los suyos con 16 puntos y 13 rebotes, un doble-doble que apagó el ímpetu de los helenos. Además, el buen comienzo del Baskonia les dio licencia para mantener el electrónico igualado hasta el tercer acto, momento que aprovecharon para meter el acelerón.
Nada más salir del descanso la igualdad era máxima (35-35, min.23), pero fue a partir de entonces cuando el acierto baskonista tumbó al equipo de Argiris Pedoulakis, que permaneció casi seis minutos sin ver el aro. La renta pasó a ser de 12 puntos para los de Scariolo, que habían cambiado el gesto de su cara haciéndose fuertes en el rebote (38-50) y volviendo a contar con la dirección de Giuseppe Poeta, que regresó tras la lesión. Sin embargo, el Panathinaikos, con cuatro victorias y cinco derrotas en esta fase de la máxima competición europea, comenzó a recortar la ventaja a medida que se alcanzaba el final del duelo. Dos triples de Maciulis y Bramos minimizaron el jugoso colchón que había construido el Laboral Kutxa, que tuvo que ponerse el mono de trabajo para el cuarto y último acto. Heurtel y, sobre todo, San Emeterio decidieron en momentos clave para impedir que el PAO les ajusticiase, algo que estuvo a punto de suceder en el minuto final. Una falta de Nocioni, considerada como técnica por los árbitros, dejó el electrónico 61-65, pero Diamantidis no acertó con el triple [el único que falló en el partido] y el Baskonia se quedó con el triunfo.
Los pupilos de Sergio Scariolo, que no echaron de menos a Lamar Odom, tienen un balance de dos victorias y siete derrotas; y continúan en la última plaza del grupo E. Su victoria sirvió, además, para ayudar al Unicaja de Málaga a conseguir la tercera posición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.