El mejor Betis del año
El equipo andaluz sueña con la permanencia tras ganar con justicia a un Getafe (2-0) en caída libre, que acumula 12 partidos sin ganar
Al Getafe ya no lo sostiene ni Pedro León, fuera de forma, con las medias bajas, sin chispa. Al Betis le mantiene una fe que nadie sabe de dónde ha podido sacar. Triunfo justo del equipo andaluz, convincente, ayudado por un Getafe descompuesto. La suerte le ha virado al Betis. Antes, cada acción de Jordi Figueres era cuestionada por la grada. Frente al equipo madrileño, el central cuajó un gran partido, salvando incluso bajo palos un remate de Gavilán con el 2-0 en el marcador. Antes, el Betis se sentía indefenso ante los árbitros. Contra el Getafe, Undiano no vio a los 10 minutos un penalti de Perquis sobre Lafita. Hasta Leo Baptistao anotó su primer gol como bético. Son las cosas del fútbol, escritas bajo unos códigos difícilmente descifrables. El Betis mantiene la respiración y sueña con la permanencia, que tiene casi imposible a 8 puntos de distancia, mientras que el Getafe se complica mucho la vida al acumular 12 jornadas sin conocer el triunfo.
Betis 2 - 0 Getafe
Betis: Adán; Juanfran, Perquis, Jordi, Dídac; Lolo Reyes, N'Diaye, Salva Sevilla; Leo Baptistao (Braian, m. 80), Rubén Castro (Juanma, m. 84) y Cedrick (Nono, m. 64). No utilizados: Sara; Caro, Amaya y Matilla.
Getafe: Codina; Valera, Lisandro (Borja, m. 75), Rafa, Roberto Lago; Juan Rodríguez, Lacen (Gavilán, m.54); Pedro León, Sarabia, Diego Castro (Colunga, m. 54); y Lafita. No utilizados: Oliver; Sammir, Escudero y Ciprian.
Goles: 1-0. M. 16. Leo Baptistao. 2-0. M. 39. Rubén Castro.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Sarabia, Perquis, Gavilán, N'Diaye, Lafita y Braian.
Benito Villamarín. 30.264 espectadores.
Poco a poco, sufriendo una barbaridad, peldaño a peldaño, el Betis está aprendiendo a competir. Quizás sea demasiado tarde para el colista, que se está rehabilitando a medida que su delicada situación le ha hecho desprenderse de la ansiedad y los nervios. Así, sin presión, el equipo andaluz demostró que no quiere rendirse empatando en Villarreal, encontrando fuerzas para encarar con eficiencia el choque frente al Getafe. El conjunto madrileño está atravesando una racha muy negativa, preguntándose constantemente si es carne o pescado, incapaz de encarar los partidos con la consistencia que requiere su delicada situación. En Sevilla, por ejemplo, Luis García, cuya continuidad en el banquillo está en peligro, jugó sin un delantero referencia, aunque lo más peligroso para sus intereses fue su indolencia, la carencia del espíritu necesario para enfrentarse a un Betis que anda crecido. Encogido el Getafe, el equipo andaluz superó a su rival en cada balón dividido, en cada disputa y en cada regate. Las intenciones del Betis se mostraron pronto, con Cedrick muy activo por su banda y el chileno Lolo Reyes llevándose todos los balones en el centro del campo. Así, por ejemplo, una gran jugada de Cedrick con pase atrás a Salva Sevilla fue rematada por el almeriense con un magnífico toque con el interior de su pie derecho. Codina, sustituto del lesionado Moyà, realizó un paradón. Todo le fue bien al Betis, incluso que Undiano Mallenco no viera un agarrón de Perquis a Lafita dentro del área. El conjunto andaluz, perjudicado en los últimos encuentros por las decisiones arbitrales, vio la luz en esta ocasión. Tan bien le pintaba el encuentro a los andaluces que a la salida de un saque de esquina se estrenó como goleador Leo Baptistao, fichado a golpe de talonario del Atlético en el mercado invernal y con ganas de acabar con su sequía goleadora. El tanto estabilizó al Betis, que jugó con fluidez, sereno atrás, con posibilidad incluso de salir con espacios al contragolpe. El Getafe, incapaz de ir de verdad a por su rival, se dobló en un contragolpe de Rubén Castro. El goleador canario también contó con un poco de fortuna, tan esquiva al Betis durante toda la temporada. El disparo de Rubén rozó en Rafa y despistó lo justo a Codina. Con una comodidad desconocida en estos lares, el equipo de Calderón dominaba con soltura marcador y juego, ayudado por la eterna indefinición de un Getafe en caída libre.
Luis García se la jugó en el segundo tiempo. Su equipo atacó y atacó, con escasa fortuna, hasta el punto de que el encuentro se partió. Gavilán gozó de la mejor ocasión de su equipo, pero Jordi pasó de villano a héroe. Con muchos espacios por delante, afloraron las oportunidades, en especial para el Betis. Los andaluces combinaron con soltura, disfrutando del fútbol como hacía mucho tiempo que no hacían. En el fondo, este juego está hecho para el goce. Por el momento, los andaluces se permiten el lujo de seguir soñando con la salvación. Para que ese sueño tenga visos de realidad deben seguir acumulando victorias.
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