Los campeones madrugan

Faltan aún más de cuatro meses para que empiece el Tour, pero parece como si solo faltaran unas semanas. O eso hacen parecer los campeones a los que se espera en julio, que ya en el no tan frío febrero, y en carreras secundarias, han empezado a mostrar de qué están hechos. Ha bastado con que en un par de días y en carreras tan distintas como el Tour de Omán, la Vuelta a Andalucía y la Vuelta al Algarve los organizadores propusieran finales en altos de montaña para que, como desperezándose de golpe, gente como Chris Froome (el ganador incontestable del último Tour), Alejandro Valverde (que este año sigue creyendo que vale al menos el podio de la carrera francesa) y Alberto Contador, el último ganador español, empezara a atacar y ganar con los brazos en alto.

Y no lo hacen ante rivales de segunda. En Andalucía, Valverde, el líder del Movistar que ganó el prólogo y las dos primeras etapas (el repecho del castillo de Jaén y el santuario de Cabra), está dando buena cuenta de Richie Porte, el australiano del Sky que el Tour pasado fue el mejor ayudante de Froome en la montaña y que este aspira a consagrarse en mayo en el Giro.

Esta victoria ha sido una inyección de moral” Alberto Contador

En el Algarve, Contador, en su querido y conocido alto del Malhão, logró no solo su primera victoria en 13 meses (no vencía desde una etapa del Tour de San Luis en enero de 2013), sino cancelar la sensación de frustración que acompañó en cierta forma toda su temporada pasada. Y en solo su cuarto día de competición con el maillot amarillo del Tinkoff, se impuso ante gente en estado de gracia como el polaco Kwiatkowski, que va para revelación del año y aún es el líder de la general tras su victoria en la contrarreloj de la víspera, y el campeón del mundo Rui Costa. “Esta victoria ha sido una inyección de moral”, dijo Contador.

En Omán, en la subida a la Montaña Verde del sultanato, Froome, ya muy vivaz en todos los repechos de etapas anteriores, se exhibió con un ataque a kilómetro y medio de la cima como no pudo hacerlo el año pasado, cuando Purito Rodríguez se mostró intratable. Este año, ni el catalán, ni el colombiano Rigoberto Urán, que piensa en el Giro, ni el estadounidense Van Garderen, ni mucho menos el italiano Vincenzo Nibali, que se postula como principal rival del británico en el próximo Tour, pudieron toserle. Y, sin embargo, la demostración de Froome no impresionó a Purito Rodríguez, quien llegó cuarto, a 38s, y dijo: “El año pasado le vi mejor; este no estaba súper...”.