Siete contra un Madrid embalado

El Real Madrid llega a una velocidad tan supersónica que la Copa del Rey que empieza hoy en Málaga gravita por completo en torno a su espléndida y eficaz temporada. La arrolladora singladura madridista empezó el 4 de octubre con una paliza de campeonato, ante el Bilbao en la Supercopa (100-61, con un récord de 19 triples, además de 12 asistencias de Sergio Rodríguez). Desde entonces, no ha parado. Ha ganado todos sus partidos en las competiciones nacionales (2 en la Supercopa y 18 en la Liga Endesa) y solo ha perdido uno de los 15 disputados en la Euroliga, ante el CSKA de Moscú.

“Defensivamente son grandes y agresivos y, en ataque, tienen mucha técnica y jugadores que anotan con calidad”, resume Pedro Martínez, el entrenador del Herbalife Gran Canaria, el rival madridista, hoy en el primer partido de los cuartos de final (19.10, TVE-1). No se encuentra en los libros estadísticos modernos un equipo capaz de dominar como lo ha hecho este Madrid en los cuatro primeros meses de competición, con el mejor ataque (88,1 puntos de media) y a la vez la mejor defensa (69,8).

El desvelo de su entrenador Pablo Laso, que ha sabido equilibrar y potenciar la aportación de una serie de jugadores en un espléndido estado de forma como Sergio Rodríguez, Llull, Rudy Fernández y Mirotic a la cabeza, parte de esa premisa sin precedentes sobre la que ya meditaba poco antes de caer en Moscú: “Estamos explorando un camino que no conocemos. ¿Seguir ganando puede ser malo? Yo prefiero este camino, sin duda. La clave es evolucionar e intentar ser mejores todavía. Lo importante no es solo el resultado sino el crecimiento del grupo para llegar bien a los momentos decisivos”.

El equipo de Laso ha ganado todos sus partidos en las competiciones nacionales (2 en la Supercopa y 18 en la Liga Endesa) y solo ha perdido uno de los 15 disputados en la Euroliga, ante el CSKA de Moscú

Uno de los puntos álgidos a los que se refiere Laso es el desafío copero de Málaga, con ocho equipos jugándose la vida en cada uno de los siete partidos que se disputan en cuatro días, con el segundo partido de cuartos hoy entre el anfitrión, el Unicaja, y el CAI Zaragoza (21.30, Autonómicas). El equipo anfitrión, con Toolson, Caner-Medley, Stimac y Granger, aspira a salvar el primer escollo, cosa que no pudo hacer en las dos anteriores ediciones que se disputaron en Málaga. No lo tendrá fácil ante un CAI que, en la Liga, le ha vencido en sus últimos cuatro enfrentamientos, el último, el 27 de diciembre en el Martin Carpena, por 67-76.

La temporada ha subrayado igualmente el brillante papel del Valencia, afianzado en la segunda plaza de la Liga tras su sensacional triunfo, especialmente meritorio dadas las bajas con las que apechugó, en el espectacular duelo contra el Barcelona, al que remontó 16 puntos. Con Doellman, su máximo cañonero, ya recuperado, el equipo valenciano se medirá mañana al Laboral Kutxa (19.10, TVE-1). El equipo de Sergio Scariolo ha transitado con muchos altibajos y, fiel a su tradición, con unos cuantos cambios en su plantilla, el más reciente, la incorporación del base italiano Giuseppe Poeta y el adiós de Walter Hodge.

El Barcelona se estrenará mañana ante el Iberostar Tenerife (21.30, Autonómicas), equipo que perdió el lunes a su estrella, el pívot montenegrino Blagota Sekulic, fichado por el Fenerbahçe. El equipo de Xavi Pascual ha ido de menos a más y, tras un flojísimo inicio de temporada, ha enlazado una sucesión de victorias, especialmente valoradas en las canchas del Fenerbahçe, el Olympiacos y el Panathinaikos.

A pesar de su derrota el domingo en Valencia (95-93), el juego de los azulgrana ha mejorado a medida que Lorbek y Navarro han recuperado la forma tras haber sido operados el pasado verano, que han afinado algunos de sus fichajes, especialmente Papanikolaou y Nachbar, y que Xavi Pascual ha delimitado los minutos y los papeles en una plantilla con 14 jugadores y en la que Lampe, Pullen, Hezonja y Todorovic han disminuido su incidencia.

Las posibilidades del Tenerife ante el Barcelona, se antojan mínimas, pero la Copa es un torneo en el que menudean las sorpresas, aunque menos durante los últimos años en los que el dominio ha pertenecido al Barcelona y al Real Madrid, protagonistas de tres de las cuatro últimas finales.