España se corta las alas
La fragilidad defensiva de los de Cadenas anula el papel de los extremos, la principal baza en ataque de la campeona del mundo
El domingo, un día después de caer ante Dinamarca, entre los jugadores españoles cundía la calma. No hubo opción de victoria en todo el segundo tiempo, pero las sensaciones eran buenas. Se había sabido competir contra un equipo y ante un público ávido de revancha. Ante Austria, salvo en un periodo ínfimo, la campeona del mundo mandó siempre en el marcador. La imagen, sin embargo, dejaba mucho que desear. Ayer, el rostro de muchos jugadores se había torcido. Por ser un mal endémico, las carencias en la primera línea se dan por descontadas. No se contaba con que España fuese a fallar en su punto fuerte, la defensa. Pese a todo, aún depende de sí misma para luchar por las medallas. Solo necesita un empate este miércoles ante Macedonia (16.00, Tdp) para lograrlo.
Fallar en la retaguardia lo pagan todos los equipos. En el caso de España, más aún. Obviamente la portería queda desguarnecida, pero sobre todo anula la principal baza ofensiva de España, la rapidez de sus extremos a la contra. "Si no ganamos balones no podemos correr. Nos falta ese punto. Normalmente, solemos tener dos o tres contraataques cada uno", concede Valero Rivera. Solo él y Víctor Tomàs anotaron ante Austria. Dos goles cada uno de los 28 de España, que solo blocó cuatro lanzamientos. En la jornada inaugural contra Hungría, el mejor partido de los de Cadenas en todo el torneo, la defensa repelió 10 balones y los cuatro extremos firmaron 16 de los 34 tantos. "Defender bien es nuestra gran virtud. Así es cómo ganamos, entre comillas, fácilmente los partidos. Cuando no lo conseguimos es cuando más problemas tenemos los extremos; una defensa 6:0 como la de Austria nos complica", abunda Tomàs. "Que se defienda bien es darnos goles. Cuando nosotros anotamos suele implicar que el equipo gana, es signo de que las cosas van bien", añade Rocas.
Dónde está el origen del problema no resulta sencillo. "Nos encontramos igual un pelín nerviosos, ansiosos por querer hacer las cosas bien y eso nos lleva a cometer precipitaciones", admite Viran Morros, el mariscal de la defensa. "No se están haciendo bien los cambios dos contra dos con el pivote ni tampoco estamos acabando de tener esa coordinación en defensa que evite lanzamientos desde nueve metros", añade Tomàs. Casi la mitad de los goles austriacos (13 de 27) llegaron tras un tiro lejano y sin casi posición. El capitán del Barça insiste en que no es algo alarmante: "Es algo que sabemos hacer y que volveremos a conseguir".
El seleccionador, Manolo Cadenas, viene reclamando a sus jugadores mayor dureza en las acciones defensivas. "Nos falta una pizca de contundencia, de agresividad", admite Viran. De las favoritas, España es la que menos exclusiones de dos minutos ha sufrido: 14. Un dato que solo puede responder a la condescendencia arbitral, a una sutileza envidiable... o a que hay algo que va mal.
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