_
_
_
_

La lucha de Jesé

El canterano, de 20 años, destaca en los puestos de mayor competencia interna del Madrid

Diego Torres
Jesé Rodríguez, junto a Dí María, durante el encuentro de Copa del Rey ante Osasuna
Jesé Rodríguez, junto a Dí María, durante el encuentro de Copa del Rey ante OsasunaVincent West (Reuters)

No todo son automatismos y estrategias en el fútbol. Los equipos a veces se transforman mediante procesos biológicos. Como en los cardúmenes, donde resuelto el espacio vital que ocuparán los grandes ejemplares, los pececillos se reparten a mordiscos lo que queda de poza. En el Madrid, resuelta la alternancia de los porteros, determinada la zaga, y la condición de intocables de Cristiano en el extremo izquierdo y de Benzema en la punta, la competencia interna se concentra en los carriles del siete y el ocho. Allí, Isco, Jesé, Di María y Bale, luchan por elevar su condición.

Dice Carlo Ancelotti en Mi árbol de navidad, su último libro: “En el fútbol compites contra tu rival y contra tu destino”. Algo parecido le sucede a Gareth Bale, que el miércoles regresó a El Sadar, campo de mal agüero en su breve trayectoria española. El 15 de diciembre, en el mismo escenario, Bale fue sustituido por Ancelotti al cabo de una hora intrascendente y dicen los compañeros que el galés estaba enfadado en el viaje de regreso. En los días siguientes sufrió un golpe en el gemelo durante un entrenamiento y poco a poco los empleados de Valdebebas asistieron a un extraño revuelo de vendajes y alejamiento del jugador de las prácticas sin que muchos se explicaran exactamente qué le pasaba. Bale no ha vuelto a jugar bien desde su primera visita a Pamplona. El jueves, a su regreso, su lugar lo ocupó Jesé con mejor suerte: cerró la eliminatoria con una carrera fulgurante y un pase de gol que Di María convirtió en el 0-2 final. Su entrada en la segunda parte no permitió a Bale aprovechar ni el desánimo de la defensa rival, ni los espacios que brindó en un partido que ya no le servía para nada.

Ancelotti está feliz con el extremo, en el que ve cosas que le faltan a Isco y Bale

Italiano y centrocampista en una época marcada por el tacticismo, Ancelotti cree que los volantes con oficio constituyen el centro de gravedad de los equipos serios. Esta convicción le ha hecho deslizar a los dirigentes del Madrid su deseo de que le fichen un sustituto de Khedira en este mercado de enero, aunque comprendería una negativa y jamás mostrará insatisfacción con la plantilla en público. Efectivamente, Florentino Pérez cree que hay jugadores de sobra. El presidente insiste en el plan que trazó en verano: quiere un equipo poblado de extremos y medias puntas que muevan la pelota con finura. Quiere ver juntos a Illarra, Isco, Bale, Jesé, Benzema y Cristiano. No comprende por qué su entrenador valora tanto a Alonso o a Modric, por no hablar de Khedira, al que quiso vender. Si fuera por Ancelotti, el Madrid jugaría con dos pivotes defensivos y Modric en la media punta, para equilibrar la tendencia natural de Bale, Cristiano y Benzema. Pero es la estrategia de Florentino Pérez la que tiene peso. Su influencia se traduce en el 4-2-3-1 y en la competencia feroz entre Di María, Bale, Isco y Jesé.

Jesé celebra el gol de Benzema ante el Celta
Jesé celebra el gol de Benzema ante el CeltaDenis Doyle (Getty)

Metido en faena desde finales de octubre hasta mediados de diciembre, Bale exhibió una estadística formidable: siete asistencias y nueve goles. Ninguno de los colegas ha logrado semejantes marcas. Ancelotti apunta entre sus colaboradores que sus registros excepcionales fueron producto de las características de rivales puntuales, excepcionalmente amoldados a las cualidades del británico. Una Juventus necesitada de remontar en Turín, un Rayo kamikaze, un Sevilla lanzado que no cuidó sus espaldas, y un Valladolid cuyo portero regaló dos goles.

Las distracciones de Di María, que se siente perseguido por el club a favor de Bale, propiciaron el terreno para un relevo en enero. Pero Bale, frente a las defensas cerradas de Osasuna, Espanyol y Celta, se mostró tímido. En su lugar persiste el laborioso Di María y brilla Jesé. El canterano va camino de convertirse en el mayor talento del semillero blanco que echa raíces en el primer equipo desde Casillas. No es poco y Ancelotti está encantado con él. El técnico considera que Jesé (tres goles y tres asistencias) le ofrece más cosas en la banda derecha que el propio Bale, y que, como media punta, es más eficaz que Isco.

Si solo las dinámicas biológicas dictaran el funcionamiento de los equipos, Jesé, de 20 años, pugnaría mano a mano por un lugar que ocupan quienes costaron conjuntamente cerca de 130 millones. Para desgracia de Jesé, el fútbol es más complejo que la piscicultura.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_