El camaleón viste de azul

Luis García Plaza lleva tres temporadas y media entrenando en Primera, ha disputado nueve partidos como local en Liga ante Barça, Madrid y Atlético y solo ha perdido dos —con un balance de 15 puntos ganados sobre 27 posibles—. Ante el conjunto azulgrana, al que recibe hoy en el Coliséum, empató (0-0) como técnico del Levante en la temporada 2010-11, venció en su primer año al frente del Getafe (1-0) y solo cayó el curso pasado (1-4).

“Como visitante ha sido una ruina total con resultados muy contundentes, pero como local no me puedo quejar. Ojalá siga la racha”, apunta el entrenador azulón, de 41 años, en la víspera de “otro partido grande”. Jamás puntuó en el Camp Nou, el Bernabéu o el Calderón, con una contabilidad horripilante: 42 goles en contra y solo seis a favor, en 11 visitas. Pero, cuando ejerce de anfitrión obliga a remangarse a sus invitados más ilustres. “Son encuentros en los que no hay que trabajar la motivación ni la intensidad porque ya viene dada por el rival. Se trata de ser muy solidarios durante los 90 minutos sabiendo que no te puedes relajar porque te la arman”.

El recuerdo del triunfo ante el Barça de Guardiola en noviembre de 2011, marca la hoja de ruta de Luis García para presentar otra instancia a la sorpresa. “Con Martino quizá son más verticales y directos, con algo menos de posesión, pero aun así te obligan a correr mucho tras el balón. Cuando no lo tengamos debemos estar muy juntos y, cuando lo tengamos, saber muy bien qué hacer con él. Hace dos años apenas tuvimos la posesión, pero tuvimos mucho criterio con el balón”.

Aquel día, el porcentaje de posesión del Barça se disparó a un 72 a 28 a favor de los de Guardiola, que dieron 470 pases más que el Getafe (769 por 299), pero ambos equipos perdieron los mismos balones (84) y los azulones, vivos al contragolpe y confiados en la estrategia, lanzaron 13 córners por dos del Barça.

Luis García terció hace unas semanas en el debate de estilos. “El Atlético ha dado una pequeña hostia al fútbol en España porque aquí solo valía el tiqui-taca”, declaró antes de visitar el Calderón. “Simeone ha demostrado que las cosas se pueden hacer de otra manera. Sin posesiones tan largas, con un fútbol más directo, más agresivo y más pragmático, se puede estar arriba”, refrenda. El técnico del Getafe, que se reconoce “admirador” del fútbol que ha encumbrado a la selección española, ha virado su discurso y planteamiento hacia una propuesta más concreta. “El Getafe tiene más registros ahora. En este tiempo, hemos trabajado muchísimo para tener la iniciativa y para llevar el peso de los partidos, salvo con los grandes, que es imposible. Pero también hemos intentado evolucionar y nos hemos preocupado de si un día no sabes o no puedes dominar o el rival te supera, poder competir con otras armas”, reconoce. En su primer año en el banquillo del Coliséum, el Getafe, más retórico, fue el noveno equipo de la tabla en posesión (53%) y el 19º en remates (7,2 de media por partido). Ahora los azulones, octavos y rondando los puestos europeos, tienen menos el balón (49%), pero disparan más (11,5).

“Hay entrenadores que todavía tienen miedo a decir esto. Pero a veces no tienes tanta calidad en tu plantilla como para ganar jugando solo de una manera. Se ha igualado todo muchísimo y el día que no puedes imponer tu estilo tienes que saber defenderte con otras armas. Se trata de disfrutar el día que estamos fluidos y de saber sobrevivir y sacar puntos cuando no lo estamos”, resume Luis García al tiempo que analiza la situación del Barça. “Yo al Barça le veo bien, pero ahora todos tienen el síndrome de los 100 puntos. Hace seis u ocho años las Ligas se ganaban con setenta y tantos puntos y ahora no basta y un empate en el campo del Getafe es una ruina para ellos. Perder puntos es una derrota. Se les exige la excelencia”. En enero, los azulgrana serán también el rival del Getafe en la eliminatoria de octavos de la Copa. “Te pueden pegar un meneo que te deje tieso o si pasas se convierte en algo histórico. No va a haber término medio”, cierra.