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BALONCESTO

Marcelinho quiebra al Gizpuzkoa y evita otro descalabro del Barça

El acelerón del base brasileño en el último cuarto impulsa la remontada azulgrana (81-74)

Robert Álvarez
Lampe intenta hacerse hueco ante Ramsdell
Lampe intenta hacerse hueco ante RamsdellToni Garriga (EFE)

Marcelinho volvió a rescatar al Barcelona ante un Gipuzkoa que rozó otra enorme sorpresa como la que dio el Nanterre en la Euroliga el pasado jueves en el Palau Blaugrana. El equipo de Xavi Pascual no está jugando bien y le costó muchísimo doblegar a un Gipuzkoa que durante muchos minutos actuó con mucha soltura y comodidad y llegó a disponer de hasta 10 puntos de ventaja bien entrado el tercer cuarto.

El apretón defensivo del Barcelona y la inspiración de Marcelinho en el último cuarto, en el que sumó 13 de los 21 puntos que totalizó, acabaron con la resistencia del Gizpukoa, que perdió balones, falló tiros y perdió rebotes como no lo había hecho en los tres primeros cuartos. El magnífico partido de Jason Robinson, Doblas y Neto, no sirvió al final para que el Gizpukoa pudiera mantener el dominio sobre el juego, y tampoco la ventaja.

Pese al triunfo, el partido supuso otro serio aviso para el Barcelona, que las pasó canutas por su incapacidad para defender a Jason Robinson, asegurar el rebote en defensa, evitar un balance negativo en el recuento de balones perdidos y recuperados, atacar con fluidez hasta los últimos compases del encuentro y conseguir un mínimo acierto en los triples. El Gipuzkoa atacó largo y cargó el rebote ofensivo, dos conceptos que causan estragos en la defensa del Barcelona.

BARCELONA, 81 - GIPUZKOA, 74

Barcelona: Marcelinho (21), Abrines (10), Papanikolaou (0), Lampe (10), Dorsey (2) –equipo inicial-; Sada (0), Navarro (15), Todorovic (2), Hezonja (2), Nachbar (2), Tomic (14) y Pullen (3).

Gipuzkoa Basket: Neto (9), Winchester (12), Robinson (26), Ramsdell (8), Doblas (6) –equipo inicial-; Hanley (3), Huskic (0), Salgado (5), Olaizola (2) y Cortaberría (3).

Parciales: 21-19, 16-22, 16-16 y 28-17.

Árbitros: Cortés, Montserrat y Soto.

Palau Blaugrana. Unos 4.000 espectadores.

Jason Robinson, al que ni Papanikolaou, ni Hezonja, ni Abrines pudieron frenar, propulsó el contador del Gizpukoa y Doblas y Hanley pusieron en evidencia a Tomic y Dorsey, a los que les robaron un montón de rebotes defensivos. La sangría del Barcelona la prosiguió Winchester, muy certero en los triples. Uno de Neto en el minuto 25 le dio al Gipuzkoa su máxima ventaja (41-51).

El desasosiego se adueñó de la grada del Palau Blaugrana. La afición, que ya había mostrado su enfado con el mal juego de su equipo, empezó a temerse lo peor: que se repitiera el desastre del pasado viernes en la Euroliga ante el modesto Nanterre francés. El Gipuzkoa, que compareció con el peor balance ofensivo de la Liga Endesa, jugaba con mucha soltura, propulsado por Neto primero y por Salgado después.

La primera reacción del Barcelona, con más ímpetu que otra cosa, le dio un parcial de 8-0 que le acercó en el marcador (49-51). Pero dos triples de Winchester volvieron a abrir la diferencia (51-57), con un balance demoledor desde la máxima distancia: 10 de 16 para el Gipuzkoa y 1 de 11 para el Barcelona en ese momento.

El acelerón de Marcelinho en el último cuarto fue decisivo. Le secundaron Navarro y Tomic y el Barcelona, mientras que el Gipuzkoa, mucho más presionado por la defensa azulgrana, perdió el hilo. El Barcelona no pudo respirar hasta el final, hasta que un robo de balón de Navarro a Winchester acabó de evitarle un nuevo descalabro, que tras el del jueves ante el Nanterre, hubiera sido especialmente grave.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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