Ricky Rubio: “No me obsesiona el tiro ni tengo presión para meterla”

A menos de una semana del comienzo de la que será su tercera temporada en la NBA, Ricky Rubio analizó los objetivos personales y de equipo para el nuevo curso. En una conferencia telefónica con medios españoles, el base de los Minnesota Timberwolves confirmó además la ampliación de su contrato hasta el verano de 2015, evitando así la franquicia que se convierta en agente libre a final de curso. “Es una gran noticia para mí. Esto es un proceso y ahora no es el momento de pensar en cambiar de equipo. Hay que valorar las cosas. Es difícil llegar a un equipo y ganar”, señaló antes de analizar sus sensaciones.

“Físicamente estoy preparado. He trabajado para que la suerte me acompañe y ojalá estemos todos sanos en el equipo. Tengo la lesión olvidada y eso me permite estar al 100%. A veces piensas si podrías soportar otra vez estar nueve meses sin jugar y pasar por otra rehabilitación, pero son pensamientos fugaces y no se me pasa por la cabeza una recaída”. La pasada temporada, el 9 de los Wolves, una vez recuperado de su lesión, promedió 10,7 puntos, 7,3 asistencias, 4 rebotes y 2,4 robos en 57 encuentros. Este año quiere jugar “82 o más”.

“El otro día leí que Pekovic, Love y yo solo habíamos coincidido 20 minutos juntos. Así que este año es como si fuéramos un equipo nuevo aunque muchas de las caras sean conocidas. No cambiará el estilo porque tenemos el mismo entrenador y mantenemos la misma filosofía. Seremos otra vez un equipo alegre y vistoso. Hablar de playoffs es difícil porque van a estar muy peleados, pero tiene que ser nuestro objetivo”, contó Ricky sobre su equipo al tiempo que dedicaba un análisis específico a alguno de sus compañeros. “Kevin Love facilita mucho mi trabajo y me encanta jugar con él. Hace de todo y todo bien. Kevin Martin tiene una gran facilidad para ver el aro y nos tiene que dar el salto de calidad que nos faltaba. Corey Brewer es un jugador energético que nos da un plus en ese aspecto igual que los rookies”, repasó.

Cuestionado sobre la presión en lo relativo a los porcentajes de tiro, Ricky se mostró tranquilo. “Sé lo que hago bien y lo que tengo que mejorar. No me obsesiona el tiro ni tengo presión para meterla. Me gusta el baloncesto y siempre trabajo para mejorar y para obtener los frutos de ese trabajo. Este año quiero mirar más al aro pero sin perder mi forma de jugar que es siempre intentar hacer equipo. No quiero volverme loco y tirar 15 o 20 veces sino subir los porcentajes y ayudar al equipo siendo más efectivo”, resumió reconociendo que la Rickymanía “se ha calmado un poco”, pero añadiendo que se siente “muy querido”.

“Si tuviera que apostar por un MVP sería otra vez LeBron. Está dominando y marcando una época. El campeón, si no podemos ser nosotros, diría Miami, son los grandes favoritos aunque Houston o Clippers se han reforzado bien”, pronosticó.

Por último, realizó un breve repaso a las circunstancias de los compañeros de la selección que juegan en la NBA. “A Calderón le ven como un referente en Dallas; de Pau llevan tiempo dudando pero siempre rinde y está a la altura; Marc es de los mejores pívots de la competición; Claver tendrá más protagonismo tras un año complicado e Ibaka dará seguro un paso adelante en su equipo por la baja de Westbrook”, cerró.