_
_
_
_

El ataque del “golpista”

Márquez no perdona los errores de sus rivales y abre distancias con los favoritos al título, Pedrosa y Lorenzo, en una primera parte de la temporada excepcional

Nadia Tronchoni
Marc Márquez rueda delante de Valentino Rossi en Laguna Seca.
Marc Márquez rueda delante de Valentino Rossi en Laguna Seca.Getty Images

Desde que Marc Márquez firmó una remontada histórica hace dos años en el trazado australiano de Phillip Island tras recibir un rapapolvo de dirección de carrera por una maniobra peligrosa hay una frase taurina que se escucha a menudo en el taller del piloto de Cervera: “puerta grande o enfermería”. Así eran sus carreras, porque cada domingo o se subía al podio o terminaba rodando por el asfalto. Así fue la temporada pasada, con la excepción de un quinto puesto en el Gran Premio de Italia en Mugello, circuito en el que también se cayó hace pocas semanas. Con esa otra excepción, el año del debut del chico en MotoGP se salda con pleno de podios: tres victorias, un segundo puesto y tres terceros.

Márquez sale a la pista como los toreros al ruedo, aunque sin esa carga de solemnidad que se atribuye a los que se juegan la vida en las plazas. Porque como dice con admiración Ángel Nieto: “Este sale al circuito como si sonara el timbre del recreo”. “Se lo pasa en grande, viene a pasárselo bien”, dice su jefe de mecánicos Santi Hernández, a quien le contaba que en esa curva, con una terrible pendiente, se podían hacer saltos de motocross. O a quien le preguntó cada día una decena de veces si pasaba algo si hacía tope con la horquilla de su Honda. La tarde del domingo lo comprobó con un adelantamiento bestial a Rossi en el mítico Sacacorchos. Y al terminar (y ganar) la carrera en Laguna Seca le dijo: “No pasaba nada, Santi”.

Y mientras él se divierte como un enano, los dos grandes favoritos al título, que han cometido también errores pero han tenido peor suerte que el novato, empiezan a mirarle con cierto recelo, a relativizar sus logros. “Salvo en Mugello terminó todas las carreras en el podio. Y esa constancia es muy difícil. Pero también ha tenido suerte, porque ha sufrido caídas muy fuertes y no se ha hecho daño. Además, las últimas carreras las ha ganado con menos nivel en la pista”, puntualizaba su compañero de equipo, Dani Pedrosa.

Valentino Rossi, con casco, bromea con Márquez tras la carrera.
Valentino Rossi, con casco, bromea con Márquez tras la carrera.PAUL BUCK (EFE)

Aunque el chaval insiste en que prefiere competir con todos los rivales en forma: “Tengo interés por correr otra vez con Lorenzo y Pedrosa al 100% porque solo entonces se verá en qué nivel estamos realmente”, comentaba. Algo, que, ponía en duda Lorenzo: “Eso lo dice, pero no lo pensará. Siempre quieres tener a tus rivales lo peor posible, así es más fácil lograr tus objetivos”, espetó el piloto de Yamaha.

Si tanto Pedrosa como Lorenzo han puesto en riesgo su salud corriendo lesionados y con el temor de hacerse más daño todavía —“Una tercera caída hubiera acabado con mi Mundial”, apuntó el mallorquín— es porque eran conscientes de que no podían regalarle más puntos de los que este aprovechó en Sachsenring, donde ganó en ausencia de ambos y gestionando la presión como un veterano: “En Alemania y Estados Unidos teníamos una gran oportunidad de conseguir dos victorias y lo hicimos. Sé que no estaban Lorenzo y Pedrosa, pero tampoco tenemos que quitarnos mérito”, declaró el líder de MotoGP, 20 años y un puñado de récords en una lista que parece interminable. En Laguna Seca volvió a quitarle un récord de precocidad a Freddie Spencer, que es, todavía, el ganador más joven de un Mundial. Ya no es sin embargo, el más joven en enlazar dos victorias consecutivas, como hizo Márquez en las dos últimas carreras del Mundial, demostrando que sus éxitos no son casualidad.

Tiene 16 puntos de ventaja sobre Pedrosa y 26 sobre Lorenzo. Alcanzado el ecuador de la temporada y con una afirmación que hace temblar al más bravo de sus rivales —“Lo más importante ahora es que siento muy bien con la moto”, dice—, Márquez se postula como el rival a batir. El presidente de la Federación Internacional de Motociclismo, Vito Ippolito, empezó a llamarle “el golpista” hace unos meses, poco después de que ganara en Austin, otro circuito que desconocía.

El golpe de estado ya es un hecho. Habrá que ver si su mandato se perpetúa a partir de ahora. “Veremos quien comete los errores en la segunda parte de la temporada”, advierte Lorenzo tras nueve pruebas disputadas y nueve por disputar, la próxima en Indianápolis el 18 de agosto. “Marc hace cosas increíbles. Me esperaba algo así, pero no tanto. Tendría que haber cometido más errores en esta primera mitad de la temporada, yo los cometí en mi debut y por eso perdí el campeonato al final del año. Es una versión mejorada de mí mismo”, cierra Rossi.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_