Blindajes por contrato

El enfado del Espanyol es morrocotudo porque el Barça le ha sisado “con malas formas” y de una tacada cuatro jugadores del fútbol base (un Alevín A, un Infantil A y dos Cadetes B). “Estamos estudiando cómo evitar la incómoda fuga de talentos”, resuelven desde la directiva, que ayer por la tarde se reunió con los abogados del club; “pero aún no hemos aclarado la fórmula”. De momento, estudia hacer un tipo de contrato donde se nombren subsidiarios a los padres. Es decir, incluir una cláusula que penalice económicamente a los progenitores en caso de que el niño se vaya. Así, el Espanyol se aseguraría cobrar algo más que los derechos de formación, irrisorios en el fichaje de Adrià Bernabé, de 12 años.

Es la receta que aplica desde este verano el Barça —una vez que el Tribunal Supremo creó jurisprudencia al no dar validez a las cláusulas de indemnización firmadas por menores de 18 años— en su fútbol base, pero con la diferencia de que es un blindaje enfocado a las fugas hacia la Premier, que han sido tres. “La nuestra no es solo contra el Barça porque también se ha ido un juvenil al Manchester City [Pablo Maffeo], pero es verdad que esta cláusula sería menos eficiente para los fichajes del Barça porque los jugadores no cambiarían de residencia”, admiten; “y tampoco sabemos si la ley nos dará la razón. Está el caso Baena [el Barça perdió el juicio con el Espanyol por el mismo motivo] y hay tantas interpretaciones como voluntades de las personas”.

"No sabemos si la ley nos dará la razón. Está el caso Baena hay tantas interpretaciones como voluntades de las personas", cuentan del Espanyol

Y la voluntad del jugador manda. Bernabé es el ejemplo; el Espanyol quiso renovarlo —como a los otros— ofreciéndole respetar su nivel deportivo (subirle de categoría si su fútbol lo pedía) y una ayuda económica a los padres en concepto de desplazamiento. “Se negaron”, revelan del club, dolidos porque el agente de Bernabé es Iván de la Peña, exfutbolista del club que aún recibe dinero en concepto de fichas atrasadas, y porque el Barça lo hizo a escondidas. “Nos llamó dos semanas antes Guillermo Amor, director del fútbol formativo, y nos dijo que nos quitarían a cuatro sin dar nombres”, dice el Espanyol. El Barça replica: “No es verdad. Dijimos dos nombres y los otros dos no porque no sabíamos que iban a aceptar la oferta. Quisimos hacer las cosas bien y no hay que dramatizar porque puede ocurrir que los de aquí quieran ir al Espanyol”. Pero ocurre poco. “Por eso hay que poner un tapón a las fugas”, señalan desde el club.