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Sharapova y Serena, guerra fuera de las pistas

“Que hable de su novio, casado y con hijos”, dice la número dos sobre la número uno tras sentirse señalada por una indiscreción de la estadounidense

J. J. MATEO
Maria Sharapova y Serena Williams, tras la final de Roland Garros
Maria Sharapova y Serena Williams, tras la final de Roland GarrosEFE

Desde hoy, la rivalidad entre las dos mejores tenistas del planeta desborda las pistas. Serena Williams y Maria Sharapova, la número uno y la número dos del mundo, no solo se cruzan pelotazos, sino también dardos dialécticos. En el centro, Grigor Dimitrov, número 31 mundial, actual novio de la rusa y muy cercano antes a la estadounidense, que nunca oficializó relación alguna. Todo comienza con una entrevista de Serena en Rolling Stone. El periodista describe una conversación telefónica de la campeona con su hermana Venus mantenida en su presencia. Pronto se da cuenta de que hablan de Sharapova: “Empieza cada entrevista con un ‘Soy tan feliz, tengo tanta suerte'. ¡Es tan aburrido! Va a seguir sin ser invitada a las fiestas guays. Y oye, si quiere estar con el chico del corazón negro, adelante”.

La suposición de que ese chico de corazón negro, supuestamente malvado, es Dimitrov, queda confirmada este sábado en Londres cuando la propia Sharapova se dio por aludida.

“Tengo muchísimo respeto por Serena y lo que ha conseguido en la pista”, dice la rusa tras interrumpir su rueda de prensa para enzarzarse en un diálogo supuestamente cómico con Novak Djokovic, convertido en periodista durante cinco minutos. “(…) Sobre lo que dijo de mí, o de quien fuera, nada personal. Sé que se intenta crear una rivalidad. Al final del día, sé que tenemos muchísimo respeto por lo que hacemos en la pista. Solo pienso que debería hablar de sus éxitos, de las cosas que ha conseguido, en lugar de sobre el resto de cosas que están generando controversia”, añade. “Si quiere hablar de algo personal, quizás debería hablar de su relación y de su novio, que está casado, se está divorciando y tiene hijos [en referencia a Patrick Mouratoglou, que es entrenador y supuestamente pareja de Serena Williams]”.

La relación entre las dos tenistas, dos campeonas que han conseguido completar el Grand Slam, es tensa desde siempre. Serena ha ganado los últimos 13 enfrentamientos, pero se culpabiliza desde hace casi un decenio por haber perdido el partido que no debía: su entorno le fustiga recordándole que si no hubiera perdido la final de Wimbledon 2004 contra aquella niña rusa de 17 años nadie le habría hecho sombra. Desde entonces, ha habido buenas palabras fuera de la pista y una enconada rivalidad dentro. Hasta ahora. En Wimbledon, más que palabras.

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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