“Me siento con fuerzas para continuar”

Tito Vilanova regresó de Nueva York hace justo un mes y de inmediato se puso a trabajar, sobre el césped y en el despacho, tareas que no descuidó durante el tiempo que pasó en Manhattan recibiendo tratamiento. “No era lo mismo, no podía hablar cara a cara con los jugadores, pero en la medida de lo posible intenté colaborar. Podía ir al cine, al hockey, al básquet y trabajar algunas horas con normalidad”, recordó ayer antes de decir que, llegados a este punto, lo que desea es ganar la Liga cuanto antes, a poder ser hoy mismo en San Mamés.

“Los médicos me dijeron que trabajar era lo mejor que podía hacer”, afirmó

Desde su regreso, Vilanova ejerció con normalidad salvo en una cosa: por problemas de voz no se vio con fuerza de comparecer en una rueda de prensa hasta ayer, tres meses después de la última. “Planteamos la idea de volver la semana que viene, pero la derrota en Múnich lo aceleró. No quería que pensaran que me escondía”, advirtió. La voz ronca y una bufanda cubriéndole el cuello, la zona en la que se adivinan las secuelas del tratamiento contra el cáncer, recuerdan por lo que ha pasado. Pero por su ánimo nadie diría de dónde viene. Se mostró risueño, contundente a veces, sarcástico otras.

“Me siento con fuerzas para continuar”

“Me encuentro muy bien, cada día mejor, con más ganas. Me siento fuerte para seguir si la salud me respeta. Tengo muchas ganas de continuar”, argumentó el técnico, que aseguró que en ningún momento ha pensado en dejar el cargo. “Si tengo dos días de fiesta no sé qué hacer, me aburro. Este trabajo nunca me ha supuesto una carga. Pero pregunté a los médicos por si acaso y me contestaron que trabajar era lo mejor que podía hacer”.

“No creo que haya

Tito agradeció al cuerpo técnico su implicación —“han dado un paso adelante, hoy el Barcelona tiene un cuerpo técnico mejor que antes de irme”—, el compromiso de los futbolistas, y agradeció al club que decidiera esperarle confiando en Roura. “La decisión era difícil, fuera cual fuera el elegido. Si hubiera venido otro y hubiera perdido un partido le hubieran caído palos”, aseguró. Vilanova no cree que la temporada hubiera sido muy distinta si él hubiera estado al frente. “Bueno, igual podría haber sido peor conmigo en Barcelona”, llegó a decir.

Tito no quiso hacer balance porque la temporada no ha terminado. “No creo que haya un cambio de ciclo. En el deporte de alto nivel, mantenerse siempre arriba es muy difícil y el Barcelona lo ha conseguido tres años a un nivel altísimo. Eso no es tan fácil. Lo de los tres primeros años va a ser irrepetible no por nosotros, para cualquiera que trate de hacerlo. Pero nos hemos metido por sexta vez en semifinales de la Champions, eso no lo ha hecho nadie. El año que viene es casi imposible porque siete semifinales seguidas sería la rehostia”.

El entrenador azulgrana aceptó las críticas tras la derrota en Múnich y reconoció que es normal que la gente se sienta decepcionada. A pesar de ello se negó a tirar la toalla. “No sería muy creíble venir aquí y decir que vamos a remontar, pero lo que no podemos decir es que no somos capaces de hacerlo. Que la gente vea que, por lo menos, lo hemos intentado”, animó. El entrenador del Barcelona reconoció que tras el partido contra el Bayern el vestuario reaccionó con dolor. “Y no hay mejor manera para seguir ganando que si las derrotas duelen”. También reclamó el derecho a pensar que “algo están haciendo bien los jugadores si le han ganado la Liga al mejor Madrid de la historia”.

Sobre su relación con Pep Guardiola: "Somos íntimos amigos, desde pequeños, hemos compartido muchas cosas juntos"

Aseguró Vilanova que desde que se reunió en Nueva York con Andoni Zubizarreta y Sandro Rosell, director deportivo y presidente del Barcelona, respectivamente, para preparar la temporada, no han vuelto a hablar del asunto, pero negó que la derrota contra el Bayern cambie cualquier planteamiento previo, al menos por su parte. “La valoración de los jugadores la tengo clarísima. Pienso en lo que tenemos y en lo que puede venir y difícilmente encuentro futbolistas que puedan jugar de manera continuada en este equipo. Tras perder un partido es fácil cambiar a seis, pero ¿a quién traes?”, se preguntó. “No es tan fácil jugar en este equipo”, dijo. Puso a Ibrahimovic de ejemplo, y recordó que la base de la plantilla es la de la selección campeona del mundo. “Un partido no cambia la opinión sobre los jugadores. Sigo pensando que tenemos un gran equipo”, aseguró.

Vilanova abordó el caso de Abidal, que termina contrato: “A día de hoy no sabemos cómo evoluciona, hay que ir día a día y ver cómo se recupera. El otro día fue extraordinario, pero no hay nadie que pueda decir que se recuperará de esa misma forma cada tres días. A su nivel es un jugador buenísimo para nosotros”. También hizo referencia a Valdés: “No he hablado con él pero fue muy claro. No dijo que la temporada que viene no fuera a estar en el Barcelona. Si viniera de otro sitio podría convencerle, explicarle lo bueno y lo malo, pero con Víctor no me veo capaz porque él conoce el club. Hablaré con él para saber qué piensa, pero desde que anunció que no iba a renovar su actitud ha sido espectacular”.

Sobre su relación con Guardiola, se limitó a recordar que son amigos desde pequeños y que han vivido cinco años irrepetibles, aunque admitió que la distancia influye. “Las relaciones a veces se enfrían, sí”, reconoció. En ese sentido, se le preguntó por las palabras de Toni Freixa, portavoz del club, que hace unos días dijo que Tito estaba ganando todas las comparaciones con su antecesor: “No trabajo pensando en las comparaciones con nadie. No podría vivir pensando si soy mejor que este o no”. Lo que le interesa es volver a San Mamés, donde comparecerá con todos sus futbolistas menos Busquets, que se quedó en Barcelona por culpa de unas molestias en el pubis.