Billete de primera o clase turista

Hace apenas 15 días, el Madrid ocupaba la pole de la Euroliga en la carrera hacia la final fourde Londres en mayo. El bólido blanco había sido sin duda de los más rutilantes de Europa desde el comienzo de la temporada, pero dos derrapes en las dos últimas jornadas del top 16 ante Unicaja y Panathinaikos le han complicado el trayecto. Los de Laso ya tienen el billete a cuartos asegurado pero les falta saber si volarán en primera o en clase turista. Solo las dos primeras plazas de grupo garantizan el crucial privilegio de tener el factor cancha a favor en la eliminatoria y se jugaran el puesto ante dos rivales directos: CSKA y Efes.

La primera parada será esta tarde en el Universal Sports Hall de Moscú (17.45, Teledeporte), donde Messina ejercerá de revisor. Un choque de estilos que marcará el futuro continental de los blancos, que han llegado renqueantes al tramo decisivo del curso. El Madrid cedió al conjunto ruso el primer puesto del grupo la semana pasada y defenderán los ocho puntos de ventaja alcanzados en la primera vuelta (86-78) en su average particular antes de completar el top 16 recibiendo en casa al Efes, con quien perdió por dos puntos en Estambul (74-72).

“Vamos a jugar contra, si no la mejor, una de las mejores plantillas de Europa por tamaño, por físico, por talento…”, explicó Laso en la víspera del viaje a Rusia. No le falta razón. 10 de los 15 jugadores del CSKA superan la frontera de los dos metros de altura (cuatro de ellos por encima de 2,10) haciendo del cuadro ruso la fortaleza mejor amurallada de la competición. Pero en el partido de la primera vuelta disputado en el Palacio el 31 de enero fue un hombre de 1,88m y poco más de 70 kilos el que decidió el duelo. El talento liviano y la puntería febril de Jaycee Carroll, con 31 puntos y un seis de ocho en triples, resolvió en la prórroga un duelo de músculo y colmillo que supuso la autoafirmación de la asimétrica apuesta madridista.

Con 12 aciertos en 36 intentos desde la línea de 6,75, los blancos impusieron su lujoso perímetro, que aquel día aportó 67 de los 86 puntos del equipo, ante la mejor colección de torres de Europa. 20 puntos de Rudy y 10 más de Llull secundaron a Carroll y completaron la exhibición de los exteriores del Madrid que, iluminados en aquellos días, apenas necesitaba el apoyo de sus pívots para rebotear y lanzar el contragolpe.

En las dos últimas derrotas seguidas, el Madrid ha firmado un sonrojante 7 de 40 en tiros de tres

Por diseño de la plantilla y por libro de estilo, el equipo de Laso ha volado en el primer tramo del curso amparado en el excelso gatillo de Rudy, Carroll, Llull, Sergio Rodríguez y compañía; pero cuando han fallado los puntos del perímetro se ha desnudado la modesta aportación de Begic, Hettsheimeir y Slaughter al juego del equipo (ninguno de ellos alcanza los seis puntos de valoración de media en la temporada). En sus dos últimas derrotas consecutivas en la Euroliga, el Madrid ha firmado un sonrojante siete de 40 en tiros de tres (cinco de 23 ante Unicaja y dos de 17 ante el Panathinaikos).

Mientras en la Liga Endesa los blancos lideran la estadística de triples en aciertos (253 de 623) y porcentaje (40,6%), en el top 16 de la Euroliga el Madrid es el que más lanzamientos intenta (310) pero solo alcanza un 29,3% de acierto (91), el 16º registro de la competición. La paradoja se completa al comprobar que es el CSKA el equipo con mejor porcentaje (42,9%). “Acertar desde el triple es cuestión de confianza y, poco a poco, la iremos recuperando. Ahora empieza lo bueno, donde nos vamos a jugar todo”, apunta Carlos Suárez, que con un cuatro de cuatro desde el 6,75 en Zaragoza cortó la racha de tres derrotas del Madrid. De la puntería de sus tiradores dependerá las condiciones del viaje europeo.