Cristiano por encima de todo
Con el portugués en plenitud, el Madrid subsana todos sus problemas para llegar al gol ante defensas cerradas Sus tantos en Old Trafford y el Camp Nou han disipado la crisis
El juego del Madrid encierra dos grandes paradojas. La primera es que el club ha reunido a la plantilla más cara y sofisticada de su historia pero tiene dificultades para llegar al gol por otras vías que no sean los caminos más primitivos. La segunda paradoja es que, a pesar de las carencias en la construcción, es capaz de golear con frecuencia y el año pasado batió récords de anotación. La explicación radica en Cristiano, un futbolista capaz de superar contradicciones y de subsanar carencias. Suma 26 goles en 27 partidos de Liga, y con sus cuatro tantos al Barça y al Manchester ha metido al equipo en los cuartos de la Champions y en la final de Copa.
El partido del domingo en Balaídos explica la situación del Madrid. El rival junta un poco las líneas, niega los espacios adecuados para el contragolpe, y el equipo se encomienda a los centros laterales, los córners, las faltas, y los tiros de media distancia. Fue a la salida de un córner cuando Cristiano se las apañó para conseguir un remate y un gol (0-1) que abrió al Celta exponiéndolo a los errores y a la derrota.
La evaluación de cada uno de los tantos del Madrid en Liga revela un dato elocuente. De los 66 goles conseguidos solo 11 fueron logrados en jugada elaborada: tocando y moviéndose para abrir una defensa cerrada. El resto se dividen como sigue: al contragolpe, 23; de centro lateral, 7; de remate desde fuera del área, 5; de penalti, 6; de falta directa, 3; de córner, 5; de falta lateral, 5; y en contra, 1. La estadística es una radiografía de los entrenamientos. Prevalece el pase largo a la espalda de la defensa, la apertura a banda y el consiguiente centro, o simplemente el balón a la olla. Recursos idóneos para la velocidad, la potencia, o el salto, de Cristiano. Desde la llegada del goleador al club en 2009 tanto Manuel Pellegrini como José Mourinho armaron equipos contragolpeadores apoyándose en el peso de su figura. Esa tendencia, sin embargo, hace que el Madrid sufra más de la cuenta cuando enfrenta defensas cerradas: algo cada vez más frecuente. Lo padecen especialmente Higuaín y Benzema, que nunca habían estado más desconectados del juego del equipo, más incapaces de encontrar los espacios para desmarcarse y menos atinados en el toque final.
De los 66 goles del Madrid en Liga, solo 11 fueron anotados en jugada elaborada
La desproporción entre los goles a balón parado y al contraataque explica la insatisfacción del sector más crítico del vestuario del Madrid con el juego. Los futbolistas insisten en señalar los problemas que encuentran para atacar rivales que se meten en su campo y esperan el error. Cuando el adversario no es un equipo atrevido (Barcelona, Valencia, Athletic, etc.) y el primer gol no llega. Como en Old Trafford: el Madrid solo pudo marcar cuando jugó contra un hombre menos por expulsión de Nani.
Goleador en Old Trafford como en el Camp Nou, Cristiano se ha elevado por encima de las carencias de su equipo para mantener al Madrid vivo en una temporada que parecía condenarle a unas vacaciones prematuras. Sin sus apariciones, el Madrid con más gol de la historia no solo se habría descolgado del campeonato en diciembre. Estaría fuera de la Copa y fuera de la Champions en marzo.
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