Los españoles gobiernan en el quinto set

Mientras el serbio Novak Djokovic abría el torneo con una cómoda victoria (6-2, 6-4 y 7-5 sobre el francés Paul Henri Mathieu), los españoles se cocían en batallas durísimas ya desde primera ronda. Hasta tres apuraron el quinto set: Nicolás Almagro (7-5, 6-7, 6-2, 6-7 y 6-2 al estadounidense Johnson), Dani Gimeno-Traver (6-7, 6-4, 6-0, 4-6 y 6-4 al polaco Kubot) y Fernando Verdasco (6-3, 3-6, 4-6, 6-3 y 6-4 al belga Goffin).

Curtidos bajo el sol de la península, los tenistas de La Armada hicieron buena su fama de correosos. Crecidos sobre tierra batida, donde la pelota siempre vuelve y obliga un nuevo esfuerzo, demostraron que les sobran pulmones. Hechos a las dificultades, desde la primera ronda sintieron el fuego de Australia, quemando energías que a buen seguro necesitarán luego: Almagro desaprovechó dos puntos de partido y disparó 34 aces, la segunda mejor marca de su carrera, antes de levantar los brazos; Gimeno-Traver, su rival por un puesto en la tercera ronda, debió romper la barrera psicológica de ocho derrotas consecutivas a la primera en el escenario de los grandes; y Verdasco, semifinalista en 2009, tuvo que remontar dos sets y break de desventaja.

Así son las cosas en el primer grande del año, donde las temperaturas extremas azotan tan duramente como los golpes de los rivales. Incluso la victoria de David Ferrer contra el belga Rochus (6-3, 6-4 y 6-2, pero perdiendo break de ventaja en las dos primeras mangas), fue como el resto: a cara de perro.