Marc Coma: “El día que me baje de la moto lo decidiré yo”
El subcampeón del Dakar 2012 y tres veces ganador de la prueba no participará en la próxima edición por una lesión
Reorganizó su agenda y asistió al escenario previsto, un céntrico hotel de Barcelona, pero en lugar de hablar con unos y otros de su estrategia para reconquistar el desierto chileno de Atacama dio la noticia que llevaba días sin querer asumir. Marc Coma, subcampeón del Dakar 2012 y tres veces ganador de la prueba, no estará montado en su KTM el próximo 5 de enero en Lima, desde donde arrancará el rally. Una luxación en el hombro y la lesión del nervio axilar, consecuencia de una caída en Marruecos el pasado octubre, se lo impiden. Si toma un avión y cruza el charco será solo para asistir a su equipo.
Pregunta. ¿Cuánto tiempo hace que no celebra el fin de año en casa?
Respuesta. Son 10 años de Dakar, este hubiera sido el undécimo, así que muchos años. En teoría esta vez debería haberme ido el día 1 de enero, así que hubiera podido cenar en casa.
P. ¿Recuerda la sensación de ver el Dakar por la tele?
R. Sí, antes de poder participar era bastante fanático, lo seguía mucho. Y desde que participo, lo veo cuando vuelvo; para la preparación de la carrera miro las etapas del año anterior y busco imágenes de la zona, para recordar el terreno, por ejemplo. Hace pocos días volví de Milán con un DVD sobre la historia del Dakar y los inicios de la carrera, que es en sí un relato muy chulo.
P. ¿Qué cree que será lo que más echará de menos?
Echaré de menos el el desierto, competir, la presión, el cansancio... todo”
R. ¿Sabe que todavía no me lo he planteado? Todo es tan reciente… Supongo que el hecho de estar en el desierto, competir, la presión, el cansancio, ir superando obstáculos, todo lo que rodea a la carrera: la moto, levantarse temprano por la mañana… En realidad, el Dakar ya es una filosofía en sí mismo, más que una sola cosa es todo un conjunto de sensaciones.
P. Usted participa y ha ganado el Mundial de rallies, pero su vida gira en torno al Dakar desde hace mucho.
R. Sí, y Dakar solo hay uno al año. Pero hay deportes en los que todavía es peor: los hay que solo tienen unos Juegos Olímpicos cada cuatro años. Siempre intento mirar la parte positiva. La situación es la que es, jodida, pero no hay manera de cambiarla. Ya le dije a Queralt [su mujer] que tuviera paciencia conmigo porque tengo que reubicarme un poco; creo que hasta ella tiene que reubicarse, acostumbrada a que no esté en casa.
P. ¿Cómo han sido estos meses?
R. No he dejado de trabajar ni un solo día, iba cada mañana al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, trabajaba en el gimnasio y los ejercicios de cardio los hacía en casa, tengo un entorno fantástico en la montaña para salir con la bici o a correr. También he trabajado con las motos de enduro y de trial. Me subí un día a la de rallies, pero necesitaba una mejor condición física. Podría haberla utilizado para los primeros kilómetros, que siempre los hacía por carretera, pero ¿para qué? Es lo mismo que pensar en estar en Lima. En este estado me veo capaz de terminar el Dakar, pero una cosa es acabarlo y otra hacerlo en una posición digna de lo que exige nuestro proyecto.
P. Avisó el viernes: “Queda Marc Coma para rato”.
No he dejado de trabajar ni un solo día, en el CAR de Sant Cugat y en casa”
R. Tengo una lesión que me impide correr el Dakar, pero no hay más, no miramos más allá. El día que me baje de la moto lo decidiré yo y no será de esta manera, quería remarcarlo para que no haya dudas.
P. Deja solo a Joan Pedrero, su mochilero.
R. Está capacitado para correr solo y para lograr un resultado más que digno, pero se le tiene que ayudar. Creo que en cuanto se suba a la moto se le pasará la congoja, si la tiene. La carrera está a la vuelta de la esquina y siempre hay unos días de tensión máxima, que son estos últimos días antes de salir, en los que te preparas las bolsas, son inquietantes y hasta desagradables. Solo quieres que empiece la carrera.
P. ¿Su ausencia le pone en bandeja el título a Cyril Despres o facilita que aparezcan caras nuevas?
R. Veo una carrera muy abierta, ya la veía así cuando pensaba que competiría. Cyril es el piloto a batir, el que tiene más victorias, el actual ganador, pero no se puede olvidar que Husqvarna con Joan Barreda está trabajando en buena dirección y Helder [Rodrígues] tendrá a una fábrica detrás como es Honda. No será fácil para nadie.
P. Lluís, su hijo, ¿ya sabe lo que es una moto?
R. Sí, pero no por mí. Yo dije que no lo subiría a una moto y no lo he hecho. Pero mi padre, sí. Lo ha sentado en la moto y le gusta: la enchufa, la para… Yo no quiero ser inductor de nada; si quiere ir en moto lo escogerá él. No haré nada especial para que le gusten las motos.
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