No hay presión para Vettel
El alemán domina la primera jornada de ensayos en Austin a pesar de rodar menos que nadie por un problema hidráulico
Las hechuras de la mayoría de las victorias que ha conseguido Sebastian Vettel desde que compite al volante de un Red Bull salen de un mismo patrón. Siempre que puede y que su posición en la parrilla se lo permite, el alemán sale a toda mecha, aprovecha la tracción y el paso por curva de su RB8 en las dos primeras vueltas y, de este modo, consigue un margen de más de un segundo, desactivando la posibilidad de que sus perseguidores le den caza cuando pueden recurrir al alerón trasero móvil (DRS). En ese sentido, la única posibilidad que le queda a Fernando Alonso para atarle en corto pasa por plantarse inmediatamente detrás suyo en el momento de la arrancada y, de este modo, tratar de impedir su espantada. Ese es el escenario que deja el primer día de ensayos en Austin, un decorado a estrenar, un trazado impresionante, el mejor entorno posible para la primera de las dos últimas grescas de un campeonato a punto de entrar en erupción.
A Vettel le bastaron 17 vueltas en el entrenamiento de la tarde (solo De la Rosa, con 16, dio menos que él) para situarse al frente de la tabla de tiempos (1m 37,7s), después de que un problema con la presión del agua en su bólido le mantuviera en el taller un buen rato. A pesar de este contratiempo, el alemán cruzó la meta con una ventaja de siete décimas respecto al registro de Mark Webber, su compañero en el equipo de los bólidos energéticos, y al de Alonso, el tercero. Por la mañana, el campeón se sacó del sombrero un giro endiablado que le colocó casi un segundo y medio por delante de Lewis Hamilton, el segundo. A la espera de que los ingenieros de las distintas escuderías analicen la información recabada y ensamblen el mejor paquete de cara a la cronometrada (19:00 horas, Antena 3 y TV3), la gresca entre el chico de Heppenheim y el de Oviedo parece servida.
El perfil de la pista beneficia teóricamente los puntos fuertes del RB8, aunque la recta opuesta a la de meta, con una cuerda de un kilómetro exacto, debería jugar a favor de la velocidad punta del F2012. A la majestuosa rampa de subida que preside la recta principal hay que sumarle tres horquillas que penalizará a los monoplazas más inestables, y una zona de curvas de alta velocidad, en bajada, por donde se espera que el Red Bull eche a volar. Según Hermann Tilke, el encargado de proyectar el Circuito de las Américas, se trata de uno de sus mejores que nunca ha diseñado y, probablemente, el que más precisión exigirá a los corredores y menos margen de error les concederá. En definitiva, la mejor marco posible para albergar una cita tan trascendental como la del domingo.
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