Unos Knicks de otra época

“Me gusta Marcus Camby..., también Jason Kidd..., pero... ¿en qué año estamos? Los Knicks deben de pensar que están en 1995, pero estamos en 2012. Salieron al mercado y se trajeron a viejos de 92 años”. Con su proverbial irreverencia, el histórico Charles Barkley se sumaba hace unas semanas al chascarrillo de moda en la NBA. Lejos de amilanarse por las andanadas más o menos irónicas, el conjunto neoyorquino completaba días más tarde su decidida apuesta por las canas. Con el fichaje de Rasheed Wallace, de 39 años, los Knicks se convertían en el equipo más veterano de la historia de la NBA con una media de 32 años y 204 días.

En el póster del equipo de Mike Woodson para la temporada 2012-2013, que comienza el próximo día 30, están veteranos como Kurt Thomas (el mayor de la Liga, con 40 años y 18 temporadas en su expediente), Marcus Camby (38 años y 16 cursos de experiencia), Jason Kidd (39 años y 18 campañas a sus espaldas) y el rookie Pablo Prigioni (35 años). Una colección de baloncestistas avezados que superan en casi un año la plusmarca de longevidad que ya estaba en poder de la franquicia neoyorquina con los 31 años y 300 días del equipo que configuraron en la temporada 1997-1998. En aquel grupo, entrenado por Jeff van Gundy, había jugadores veteranos como Herb Williams (39 años), Buck Williams (37), Terry Cummings (36) o Patrick Ewing (35).

La gerontocracia queda relativizada atendiendo a los roles y la edad del quinteto titular

“No está escrito en ningún sitio que las plantillas jóvenes ganen títulos. A mí me gusta mucho la composición de mi equipo”, explicó Woodson en la presentación del curso ante los medios avalando las garantías de la rotación y las virtudes de gestionar egos matizados por la edad. El técnico fue además uno de los artífices de la contratación de Wallace tras convencerle de que se calzara unas zapatillas que había colgado en 2010 con los Celtics después de perder la final contra los Lakers.

Liderados por Carmelo Anthony y Amare Stoudemire en la cancha, el cuadro neoyorquino asistió la pasada campaña a la fulgurante eclosión del base de origen taiwanés Jeremy Lin, pero no lograron renovarle el contrato. Los Knicks no pudieron competir con la oferta de 25,1 millones de dólares (unos 19 millones de euros) que los Rockets hicieron por tres temporadas al joven de 24 años.

Perdida la joya, el mánager general del equipo, Glen Grunwald, dio un volantazo para cubrir la vacante y fichó para sorpresa de propios y extraños a un base de estilo antagónico: Pablo Prigioni. “Soy de los que pasa primero y después piensa en anotar, al contrario que Lin”, corroboró Prigioni. “Tenemos la posición de base bien cubierta con Raymond Felton, Jason Kidd y yo mismo. Raymond puede anotar con facilidad y Jason y yo podemos manejar al equipo con solvencia. Conocemos el oficio”, comentó con descaro el novato más viejo en debutar en la NBA.

No está escrito en ningún sitio que las plantillas jóvenes ganen títulos" Mike Woodson, técnico de los Knicks

“No pensamos que somos más viejos. Sentimos que tenemos más experiencia y somos mejores”, contó Grunwald en la puesta de largo de un proyecto que elevaba en casi cinco años la media del conjunto respecto al curso anterior. “Veo muchas similitudes entre este equipo y el que teníamos en el 99 con un montón de viejos camaradas veteranos”, apunta Marcus Camby rememorando la última final del equipo, perdida ante San Antonio. La enciclopedia también muestra notables ejemplos de que la veteranía es un grado. Los Chicago Bulls de Michael Jordan ganaron su último anillo en 1998 con un quinteto de 32,4 años de media.

Sin embargo, atendiendo a los roles, la gerontocracia queda relativizada. Entre los mayores están Wallace, que debería ser el quinto hombre alto de la rotación y el propio Prigioni como tercer base. Con Felton, Brewer, Anthony, Stoudemire y Chandler en un hipotético equipo inicial, los Knicks tendrían un quinteto con una media de 28 años y tan solo un jugador por encima de los 30: Chandler, que cumplió 31 el pasado día 2.

Sea como fuere, Los Knickerbockers, uno de los miembros fundadores de la Basketball Association of America en 1946 y uno de los dos únicos equipos, junto con los Celtics de Boston, que todavía se mantienen entre los conjuntos originales en la misma ciudad de su fundación, apuestan por la solera.