El Sevilla perdona todo y más

A la hora de misa, el Sevilla decidió redimirse de sus pecados y perdonar todo lo perdonable en su visita a la parroquia de Vallecas con tal de no ganar el partido. Tuvo todo el encuentro de cara el cuadro de Míchel, que desperdició dos penaltis, uno en cada parte, ante un Rayo que dio menos de lo que se esperaba de él a tenor de los dos primeros encuentros.

Se le puso de cara el partido a los de Míchel muy pronto. Apenas se estaban quitando las legañas algunos espectadores cuando Amat derribó tontamente a Negredo dentro del área cometiendo una pena máxima que el delantero sevillista mandó al palo. Era la primera señal de que el equipo andaluz se había dejado la pólvora en Sevilla.

Resulta atractivo sobre el papel el planteamiento de Paco Jémez en este renovado Rayo. El técnico apuesta por una defensa de tres a cambio de poblar el centro del campo de jugadores que toquen y muevan el balón sin miramientos. Pero aplicar esta teoría, generalmente más propia de equipos de más alcurnia que el vallecano, sobre el tapete no resulta tan sencillo. Le dio buenos resultados ante el Granada y el Betis, pero ante el Sevilla fue incapaz de sacarle provecho. Las pocas veces que los de Míchel cedieron el balón este ardía en las botas de los jugadores de Rayo, que no sabían muy bien qué hacer con él.

Inhabilitaron los de Míchel el centro del campo del Rayo a base de presión, presión y más presión, buscando la salida después de Jesús Navas, el pequeño y diabólico extremo sevillano que mete miedo apenas con la primera arracada, y con Manu del Moral, que estuvo tan acertado en el desmarque y en el pase como errático en el lanzamiento. Tampoco es que diera mucho más de sí el Sevilla, cuya afición, que se plantó en masa de buena mañana en Vallecas, añora tiempos no tan lejanos en los que su equipo se devoraba a rivales como este Rayo sin pestañear. No es que vaya a tener muchos problemas el conjunto andaluz, pero sí necesita que jugadores como Rakitic o Trochowski se decidan a hacer algo más sobre el césped, por no hablar de Negredo, que solo apareció para errar la primera pena máxima.

Desgañitado Jémez en el banco desde el primer minuto, salió con un lavado de cara su equipo en la segunda parte, como si les hubiese dicho “espabilad, que podéis hacer mucho más”. Y así fue, siempre buscando el flanco derecho, donde José Carlos sacaba de quicio a Fernando Navarro. Hasta que otra vez, con la ley del mínimo esfuerzo, el Sevilla volvió a tener el partido de su lado. Una internada de Rakitic se saldó con un claro penalti de Ruben que le costó la roja al guardameta. Fue el medio croata quien agarró el balón esta vez, pero el cambio de papeles fue en vano y el croata mandó el balón fuera.

Visto lo visto, Jémez, con uno menos, decidió dar por bueno el empate y afianzó la defensa sacando del campo a José Carlos y Trashorras, lo más, y lo único, destacable del Rayo. Unas tablas que tampoco vio con malos ojos la hinchada vallecana, que se lo agradeció a sus colegas sevillistas con un cúmulo de cánticos contra el presidente Del Nido en la recta final del partido.

Negredo, 7 fallos de 20

El delantero sevillista Negredo, que lanzó al poste un penalti en el minuto 6 del partido ante el Rayo Vallecano (0-0), se ha convertido hoy en Madrid en el futbolista en activo de Primera con más penaltis fallados.

Negredo ha errado siete penaltis de los 20 que ha lanzado en Liga, más de un tercio, y ha superado hoy a los jugadores del Athletic Fernando Llorente y Andoni Iraola, empatados en segunda posición con seis fallos cada uno.

En el partido frente al Rayo, el Sevilla dispuso de un segundo penalti, también fallado por el centrocampista croata Iván Rakitic, que lo lanzó fuera.

Se trata de la segunda vez que el Sevilla falla dos penas máximas en un mismo encuentro en Primera, ya que en la temporada 2005-06 el argentino Leo Franco, entonces portero del Atlético, paró sendos penaltis tirados por el malí Frederic Kanouté y el argentino Javier Saviola, lo que no impidió que los sevillistas ganasen (0-1) en el Vicente Calderón.

En el Sevilla, mientras, el medio Maduro volvió a jugar después de los problemas cardíacos que había sufrido durante la pretemporada. El jugador holandés estuvo apartado de los terrenos de juego mientras se le practicaban pruebas, y ahora ha vuelto a jugar, aunque los médicos del Sevilla controlan su rendimiento.