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Beitia se clasifica para la final de salto de altura

La cántabra, oro en el pasado Europeo, competirá por última vez antes de retirarse

Ruth Beitia durante la prueba de salto de altura.
Ruth Beitia durante la prueba de salto de altura.J. C. Hidalgo (EFE)

“Es increíble competir en un estadio tan lleno desde por la mañana”, comentó hoy la española Ruth Beitia después de alcanzar la final del salto de altura (20.00) tras quedar segunda en la ronda clasificatoria. Decenas de miles de personas que, sin olvidar que esta noche en el tartán correrán Usain Bolt y Yohan Blake, han visto a Pistorius desesperarse por un relevo que no llegó (el anterior relevista sudafricano se lesionó) o a 15 atletas de salto retrasar la competición al intentar convencer a los jueces para que se olvidase el desempate y pasasen todas a la final.

No fue posible, y tres se quedaron en el desempate. Beitia lo esquivó al haber saltado a la primera los 1,93m, marca con la que alcanza la que será su última final: la cántabra ya había anunciado que deja el deporte de élite a los 33 años. Beitia, que este año ha llegado a saltar 1,97m en el pasado Europeo, en el que ganó el oro, ha dicho al terminar la prueba que se encuentra mejor que en esa competición. “Ha estado reservona en la carrera”, comentó su entrenador de toda la vida, Ramón Torralbo. Deberá esforzarse para vencer a las rivales a las que ya ha podido controlar esta mañana. “En la clasificación, que ha sido durita, he podido echar un primer vistazo. Están muy bien las rusas Chicherova y Gordeeva y las estadounidenses Lowe y Barrett. Y por supuesto Hellebaut, la belga”, dijo Beitia. Se ha visto a la española confiada en sus posibilidades. Este año ha llegado a saltar dos metros, en Santander. “Hay cosas mejorables para la final. Pero me encuentro delgada, rápida y feliz”.

También estará en una final Pistorius, en la de 400m relevos. A punto estuvo de no conseguirlo el sudafricano, el primer doble amputado que compite en unos Juegos, el que con sus prótesis de titanio y carbono quedó segundo en la primera ronda de los 400m y eliminado en las semifinales. Hoy no pudo correr la tercera posta porque un keniata tiró al suelo a su compañero Mogawane, el que debía entregarle el relevo, pero que acabó con un hombro dislocado. El equipo sudafricano recurrió a la Federación Internacional, que le ha acabado dando una plaza en la final. Pistorius, al que se le vio con las manos en la cabeza, impotente, agachado en la pista, lamentándose, seguirá escribiendo la historia en una final olímpica, mañana a las 20.45.

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