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Y Prandelli vuelve a peregrinar

El seleccionador italiano camina otros 10 kilómetros de madrugada, y ya lleva 42, tras la victoria contra Alemania

Cesare Prandelli, durante el partido de semifinales ante Alemania
Cesare Prandelli, durante el partido de semifinales ante AlemaniaPATRIK STOLLARZ (AFP)

Cesare Prandelli, seleccionador italiano, debe de estar muy agradecido a los santos, porque desde que Italia accedió a cuartos de final de la Eurocopa suma tres peregrinaciones. La noche del jueves, aprovechando la euforia de la victoria ante Alemania (2-1) en las semifinales del torneo, recorrió otros 10 kilómetros, ida y vuelta hasta la Iglesia de la Sagrada Familia, en Cracovia. El agradecimiento religioso también implica trasnochar, porque según el diario transalpino La Repubblica, Prandelli llegó al hotel de concentración en torno a las cinco de la madrugada, junto con varios miembros del cuerpo técnico.

El técnico italiano inauguró la costumbre con la clasificación para las rondas eliminatorias del torneo. Entonces, Italia necesitaba vencer a Irlanda y que Croacia y España no empataran a uno o más goles en el otro encuentro del grupo. Italia venció a Irlanda (con más apuros de los previstos), España ganó a Croacia y Prandelli cumplió la promesa que había formulado 15 días antes: peregrinar a pie desde su hotel en Wieliczka, cerca de Cracovia, hasta el monasterio de la Orden de la Camáldula. Veinte kilómetros junto al director técnico de la selección, Demetrio Albertini, y el resto del cuerpo técnico. La vuelta, ya con el alba, la hicieron en coche.

El técnico italiano ha marchado con cada victoria de Italia desde la clasificación para cuartos

Más ligera fue la caminata después del partido de cuartos ante Inglaterra, aunque el sufrimiento con el que se logró la clasificación, después de una tanda de penaltis, merecía un agradecimiento. El cuerpo técnico recorrió 11 kilómetros en la marcha al monasterio de Wieliczka, satisfecho por el pase a semifinales.

Prandelli, exjugador del Juventus, nunca debutó con la selección absoluta, y solo anotó dos goles en su carrera. Ahora, muchos le señalan como el artífice de la revolución del juego de la selección, a la que dirige desde 2010. Se encomendó a Cassano y Balotelli como punta de lanza de un equipo plagado de jugadores desconocidos fuera de la península. Son jóvenes hambrientos, compenetrados (Buffon, Barzagli, Balzaretti, Bonucci, Chiellini, Pirlo y Marchisio, todos titulares ayer, juegan en la Juve, actual campeón del calcio) y con gusto por el buen trato a la pelota, una característica alejada de la imagen que hasta ahora se tenía del combinado azzurro. Ya se especula con su partida (“Amo esta camiseta apasionadamente, pero echo de menos el fútbol cotidiano”, avisó ayer) pero, pese al éxito, el seleccionador mantiene un discurso prudente y humilde, reforzado con el agradecimiento con el que recibe cada victoria.

El jueves cubrió otros diez kilómetros, con lo que ya suma 42 en este Eurocopa solo en marchas de peregrinación. Malo para España si aumenta esa cifra, porque Prandelli y esta vez también Buffon, han prometido que marcharán hasta el monasterio de Bieleny, a 21 kilómetros del alojamiento habitual de Italia en esta Eurocopa, si el equipo se hace con el título. La vuelta desde Kiev, eso sí, deberán hacerla en avión.

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