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Las cabezas mandan

Los goles de Mellberg y Carroll igualan ya los 14 tantos con la testa logrados en toda la Euro 2008

LADISLAO J. MOÑINO
Carroll marca de cabeza el 1-0 de su equipo.
Carroll marca de cabeza el 1-0 de su equipo.KERIM OKTEN (EFE)

El juego aéreo ha sido decisivo en los 14 partidos jugados hasta ahora en la Eurocopa. Tanto que ya se ha alcanzado el mismo registro que en toda la Eurocopa de 2008 y sólo cuatro menos que en el total de la de 2004. El gol que inauguró la competición fue una rosca que picó con la frente el polaco Lewandowski. Los de Melberg y el de Carroll en el Suecia-Inglaterra han sido los últimos. “No creo que tanto gol de cabeza tenga un por qué o que se esté defendiendo mal en las áreas, a lo mejor es que se está rematando muy bien . Las cosas suceden y basta con que en el fútbol establezca una teoría para que no se de más. Para mí, que he visto más de 300 partidos desde 1930 hasta mediados de los 70, se remataba mejor antes de cabeza que ahora”, explicaba el técnico Juanma Lillo cuando la cifra alcanzaba los ocho goles en los ocho primeros partidos . "Sí que es cierto que se están pitando muchas faltas con casi nada, que eso es bueno, y que está habiendo muchas llegadas al área”, apunta Lillo.

Hay una imagen preciosa en el primer gol de esta Eurocopa, el de Lewandoski a Grecia. Se ve cómo el centro de Blasczykowski, por el efecto que lleva, se va alejando del portero griego. Es un centro maravilloso, de los de toda la vida en carrera. Es el centrador que más me gusta de este campeonato”, analiza Míchel, uno de los mejores centradores de banda derecha que ha dado el fútbol español en toda su historia.

“Para que haya tantos goles de cabeza, tiene que haber buenos centros desde la banda. Para que el balón coja la rosca hay que cerrar el tobillo y golpear con el tronco como si fueras a seguir corriendo hacia la valla de fondo, el cuerpo, luego, se gira solo. No es una verdad absoluta, pero al menos, a mí me salía así”, prosigue Míchel. “También se están marcando bastantes goles de cabeza a balón parado porque los centros cumplen con las condiciones necesarias, van muy tocados y tensos, el balón tiene que llegar con fuerza al rematador”, apostilla Milinko Pantic, que fue un reconocido especialista en asistir desde el banderín de córner o en las faltas laterales.

“Se llega mucho por las bandas porque los equipos están jugando en 30 metros y es una opción para desatascar y buscar vías de ataque, y los grandes cabeceadores aparecen con esos centros”, remarca Pantic. “Buenos centradores ha habido siempre”, destaca Paco Buyo, que ve en la “casualidad” las razones de tantos goles de cabeza, aunque también ha visto algunos fallos en los porteros: “La estrategia se trabaja cada día más, está habiendo muchos centros de rosca cerrados que con un simple desvío es gol. Quizá en algunos de esos centros ves que los porteros se se están quedando en la línea y no salen. El gol de Dzagoev ante Polonia, con uno de esos centros cerrados, estuvo muy mal defendido”.

“Los centros son buenos, pero en goles como el de Pepe a Dinamarca o los de Shevchenko los centrales se dejan anticipar. Es un concepto fundamental, casi como en la vida, no puede dejarte rebasar por detrás”, matiza Antic. “En esta primera fase está faltando intensidad defensiva. En las áreas se está defendiendo mal y en esos centros tan bueno, tanto los que se dan por el centro, como los interiores que dio Scheweinsteiger ante Holanda o Arshavin ante Croacia, los pasadores han tenido mucho tiempo para pensar. Esos jugadores, con esa calidad, es normal que centren tan bien y tan preciso. No se aprieta demasiado y hay muchos espacio entre líneas”.

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Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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