Puyol no quiere dejar de ser Puyol

Paolo Maldini, “el mejor defensa de la historia”, según Carles Puyol, que nunca ha ocultado su devoción por el italiano, jugó hasta los 40 años con el Milan. Algo parecido a lo que aspira Puyol, tal y como volvió a recordar ayer: “Mi idea es seguir muchos años, siempre hablo de cinco o seis años más; así que intentaré cuidarme para que así sea”, dijo un día después de saber que tendrá que pasar por el quirófano —el sábado se le practicará una artroscopia en la rodilla derecha—, que se perderá la final de la Copa del Rey y también la Eurocopa, pues estará de baja seis semanas.

Curiosamente, Maldini jugó su último partido con Italia en el Mundial de Corea y Japón, en 2002, a los 34 años de edad, los mismos que cuenta hoy el central de la Pobla de Segur, que, sin embargo, se niega a desaparecer de esta manera de la historia de La Roja. Quiso retirarse tras conquistar el Mundial de Sudáfrica, con el recuerdo de aquel cabezazo que metió a la selección española en la final, pero Vicente del Bosque le pidió que hiciera un esfuerzo: le necesitaba para facilitar la transición. Puyol cuenta 99 partidos con España. Y quiere sumar los 100. Es tan consciente de que no llegará a Polonia y Ucrania como de que el mismo hombre que le retuvo a su lado no le cerrará las puertas de la selección para que se despida con honores. “No sé si era mi última Eurocopa, pero si tengo algo claro es que quiero retirarme en el campo, no en un quirófano”, señaló.

Me han dicho que debo dosificarme. Y debería hacerlo, pero... No sé si lo aprenderé alguna vez

Si Puyol seguirá o no los pasos de su ídolo Maldini es todavía una incógnita —“Ahora mismo lo único que pasa por mi cabeza es recuperarme y volver al 100% lo antes posible”—, aunque no descarta empezar a dosificarse, un término aparentemente incompatible con su razón de ser como futbolista: intenso, sacrificado, desmedido en los esfuerzos. “Me han dicho que debo dosificarme. Y debería hacerlo, pero... No sé si lo aprenderé alguna vez. Tengo una forma de entrenarme y de jugar, y solo sé hacerlo dándolo todo. No sé si podré cambiar”.

Mientras él asume un nuevo contratiempo con sus rodillas como protagonistas —lleva tres operaciones en cinco años, las dos primeras en la rodilla izquierda—, tanto la selección como el Barcelona buscan solución a su ausencia. Puyol es el segundo central que más ha jugado con Del Bosque como seleccionador: 29 partidos por los 36 de Piqué, los 21 de Albiol y los 14 de Marchena. El combinado nacional dispone de más tiempo y más alternativas que el Barça. Las urgencias en el equipo de Guardiola, que a la baja del capitán —imprescindible este curso, en el que ha jugado 44 partidos, casi el doble que el anterior, y ha marcado cinco goles, su récord particular— suma la de Abidal en defensa, puede resolverlas el técnico recurriendo a Piqué. El central recibió el alta médica la noche del martes (también lo hizo Cuenca). Y podría formar pareja en el eje de la zaga junto a Mascherano en la final de la Copa el 25 de mayo, salvo que el técnico se la juegue con una defensa de tres, con Alves y Adriano en los laterales.