Del pisotón de Stoichkov al paraguazo en Los Cármenes
Los árbitros han sido más de una vez las dianas de jugadores o aficionados
“Eres un ladrón, eres un sinvergüenza, nos has jodido toda la temporada…”. Estos fueron los insultos que recibió anoche el árbitro Clos Gómez en el encuentro que enfrentó al Granada y al Real Madrid (1-2), aunque lo más grave fue el botellazo que recibió de Dani Benítez en Los Cármenes.
El jugador del equipo andaluz se une a la lista de futbolistas que han acabado perdiendo los nervios en el césped. En 1990, en la ida de la Supercopa que enfrentó al Barcelona y al Real Madrid, el búlgaro Stoichkov fue expulsado por pisar al colegiado Urizar Azpitarte.
El equipo azulgrana perdía 0-1 y el búlgaro se enfadó con el vizcaíno. Primero le recriminó que no pitase una supuesta falta de Chendo, y después le pisó tras expulsar Azpitarte a Cruyff. El búlgaro fue sancionado con 12 partidos y una multa de 718.390 pesetas. No fue el único incidente del encuentro. El partido también es recordado por el gesto obsceno que dedicó Hugo Sánchez a los aficionados del Camp Nou.
Y si el pisotón de Stoichkov fue bastante claro, el cabezazo de José María Ceballos, portero del Racing, en 2000 a Prados García se recordará por la exageración del árbitro. El guardameta le rozó y el colegiado cayó fulminado al suelo. Ceballos fue castigado también con 12 partidos.
Aunque también puede pasar que el que pise sea el árbitro. Ocurrió durante el encuentro de ida de esta temporada entre el Villarreal y el Real Madrid. El linier Fermín terminó desquiciando a todo el equipo amarillo y pisando sin querer a Cani. Los jugadores de Garrido estuvieron muy cerca de perder completamente los nervios.
Antes,10 partidos le cayeron al futbolista del Burgos López Igartúa por agredir en 1977 al colegiado Quirós y en 1980 el jugador del Valencia Moreno fue castigado con ocho encuentros por insultar al colegiado. Aunque no hay que irse tan lejos. Una de las últimas acciones más graves fue también en Los Cármenes. En noviembre pasado, cuando un menor lanzó una paraguas al campo e hirió al linier. Curiosamente, también pitaba Clos Gómez.
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