“Debemos jugar pensando con la cabeza, a muerte con nuestras ideas”

El Madrid se ha situado a dos partidos de distancia de su ansiada décima Copa de Europa. Para alcanzar la final debe revertir la tendencia de la semifinal, perdida 2-1 en la ida contra el Bayern, en Múnich. Tiene que meter, como mínimo, un gol. Si el Bayern se cierra esta noche para intentar preservar su ventaja, el Madrid se encontrará ante una situación compleja para un equipo acostumbrado a atacar los espacios. Pero esto no es lo que prevé José Mourinho. El técnico madridista dijo hoy que espera que el Bayern salga a marcar más goles para asegurar su clasificación ante un adversario que ha goleado en todos sus encuentros de Champions esta temporada. “Esperamos un equipo que no salga a esperar atrás porque eso puede no ser bueno para ellos”, afirmó Granero, en consonancia con la opinión de su entrenador. 

Mourinho respondió con un circulonquio cuando le pidieron que explicase la clase de partido que tenía en la mente: “Lo más importante cuando tienes un equipo es saber qué equipo tienes, qué clase de jugadores tienes, cuál es su estilo, y potenciar al máximo las cosas buenas para esconder lo más posible las características menos positivas. El Inter ganó lo que ganó porque potenciaba sus fuerzas y escondía sus defectos. El Madrid es lo mismo. Debemos jugar pensando con nuestra cabeza, equivocándonos o no, pero yendo a muerte con nuestras ideas de juego. Mañana sabemos lo que queremos hacer. Y sabemos lo que el Bayern en principio querrá hacer. Sabemos que el Bayern sabe que si le marcamos un gol y no marca goles estará fuera. No espero un Bayern en sentido único. Saben que con el potencial que tienen, algún gol creen que harán”. 

El Bayern sabe que si le marcamos un gol y no marca estará fuera

“Nuestra filosofía es que cada partido es importante”, prosiguió Mourinho, que se presentó en público por primera vez desde la victoria en el clásico del sábado, billete que casi garantiza la Liga. “No consigo decir que los partidos de la Champions sean más importantes que los partidos del campeonato. Pero estamos ante la final más importante del fútbol a nivel de clubes. Y veo a mi gente como tiene que estar. Tranquila. Como me gusta a mí. No me gustan [los jugadores] sin emoción ni demasiado emocionados. Los veo muy tranquilos y muy equilibrados. Pienso que es como tienen que estar para un partido como este. Están en su punto. Ni demasiado hechos ni crudos”. 

Mourinho suele hacer reclamos a la hinchada, explícitos o implícitos. No fue la excepción ante el partido más importante de la temporada. “No quiero pedirle nada a la afición”, dijo, “solo que den a los jugadores lo que ellos creen que los jugadores merecen. Se tiene que preguntar qué tipo de jugadores son estos, si les parece que son gente seria, trabajadora, humilde, que siente la camiseta. Gente que ganando o no siempre está y da su máximo. Y después tiene que decidir qué merecen. Y después, en función de lo que ellos piensan, tienen que responder mañana. Yo no tengo derecho a decir nada a la hinchada”. 

Pienso que seguiré en el Madrid. Tengo contrato y no hay ninguna razón para no estar aquí

El técnico recordó que cuando las semifinales se han disputado en situaciones normales él siempre ha pasado a la final. “La primera vez perdí con un gol que no era, luego me quedé fuera en los penaltis y finalmente de la manera en que todos saben”. Una vez más, Mourinho insinuó que el año pasado, ante el Barcelona, fue objeto de un atropello por parte de la UEFA y sus árbitros. 

Le preguntaron si seguirá el año que viene y Mourinho se mostró más locuaz que nunca esta temporada. En lugar de dar largas, replicó. “Pienso que sí”, dijo. “Tengo contrato. No hay ninguna razón para no estar aquí. Pero cuando llegue el último partido tendremos tiempo suficiente para hablar. Con los jugadores, con la estructura directiva… Y decidiremos lo mejor (…). Para mí estos dos años en el Madrid están siendo una experiencia rica que me está haciendo un entrenador mejor. Siempre he querido trabajar en países diferentes, con culturas y jugadores diferentes. No estoy defraudado. Dentro de un mes sabremos si ganamos uno, dos o ningún gran título. Es la emoción del fútbol y lo que me pone el pelo blanco”. 

Ramos, Alonso, Coentrão e Higuaín no jugarán la final si reciben una tarjeta amarilla mañana. Mourinho dijo que los futbolistas apercibidos no debían ser “egoístas”, cosa que se traduce en no esconder la pierna si es necesario ir fuerte. “Lo importante es que piensen que debe pasar el equipo a la final”, dijo.