Las angustias de Mourinho

Hay partidos que se atascan, sin más. Partidos en los que un equipo, el Madrid, remata 33 veces, 10 de ellas a puerta, y no consigue marcar un gol porque el portero rival lo para todo. Hay partidos, como el Madrid-Valencia, en el que el guardameta, Guaita, se convierte en el protagonista. Como lo fue el sevillista Javi Varas, en el Camp Nou. El Barcelona remató siete veces a puerta y se marchó con el empate a cero. Son las cosas que ocurren en el fútbol. Ocurrieron el domingo en el estadio Bernabéu. A Benzema le sacaron dos disparos que, en una noche normal, habrían entrado. A Cristiano, también. Y a Di María. Y a Özil. Y a Callejón. Puede ocurrir. Es algo normal que el Madrid termine jugando con cinco futbolistas de ataque (Kaká, Benzema, Callejón, Cristiano y Di María) y un solo medio (Xabi Alonso) y, aun así, se vaya a casa con un empate a cero. Además, contra el tercer equipo de la Liga.

Son las cosas del fútbol. Así se lo tomaron Casillas y Emilio Butragueño, dos hombres de fútbol. El mensaje que transmitieron el capitán del Madrid y el director de Relaciones Institucionales fue totalmente distinto al que José Mourinho, el técnico, se encargó de hacer llegar a través de su ayudante, Aitor Karanka. Mientras este, en la sala de prensa, apelaba a no se sabe qué normalidad de las cosas —“mientras nos dejen y vaya todo normal, seguiremos ahí”— y seguía con la supuesta conjura arbitral en contra —“lo ha visto todo el mundo…, ya queda poco; mientras nos dejen y todo el mundo vea lo que pasa, y hoy lo han visto 80.000 personas, no podemos hacer otra cosa”—, Butragueño y Casillas reconocieron la belleza del partido.

El partido con el Valencia fue bonito y pudo costarnos más puntos” Iker Casillas

“Hemos tenido más ocasiones, pero el Valencia también las tuvo. Fue un encuentro bonito y a la vez complicado, tanto que hasta podría habernos costado más de dos puntos”, comentó el capitán en la zona mixta. “El equipo no ha estado tan fluido como en otras ocasiones. Ellos han salido bien y, cuando cogían la pelota, buscaban la contra con orden. Quizás hemos estado un poquito ansiosos. Se ha visto en el último pase. Nuestro calendario fuera de casa es difícil, pero es hora de demostrar nuestra capacidad”, analizó Butragueño en Canal+.

Ambos intentaron dar normalidad a la situación del Madrid (en las últimas cinco jornadas ha perdido seis puntos y ha visto reducir su ventaja sobre el Barça de diez a cuatro) porque para ellos es normal. Ellos sí asumen que el fútbol también es racha, suerte y mala suerte. Casillas, además, no tuvo ningún problema para admitir que los blancos pueden perder la Liga: “Nunca dijimos que íbamos a ganarla. Si ahora me preguntáis si la podemos perder, os digo que sí porque hay un rival que aprieta mucho y porque matemáticamente es posible”.

Mourinho, con el que Casillas se ha enfrentado en varias ocasiones esta temporada, prefirió quedarse a cubierto. Lleva semanas repitiendo que los empates contra el Málaga y el Villarreal no fueron dos tropiezos, sino “lo más normal”. Su comportamiento, sin embargo, le restan normalidad. El día del Málaga (empate a uno, primeros dos puntos perdidos) sí se presentó en la sala de prensa. Llegó a repetir en tres ocasiones que el colegiado había condicionado el resultado. El Madrid remató 18 veces, seis de ellas a puerta, y el portero paró cinco. El día del Villarreal (segundo empate seguido y otros dos puntos perdidos) se subió al autocar y ordenó que no hablara nadie. Se escudó el portugués en los árbitros. Su argumento: en determinadas ocasiones es mejor no hablar, entre otras razones porque todas las veces que abre su corazón los medios de comunicación le critican. En El Madrigal los blancos remataron 22 veces, siete de ellas a puerta, y el portero paró seis.

El calendario es difícil. Es hora de demostrar nuestra capacidad” Emilio Butragueño

El domingo, Mourinho tampoco se presentó. Decidió que fuera Karanka el que compareciera después del partido como hizo en la víspera y en otras 40 ocasiones en año y medio (no hay otro club que haga algo igual). Parece que Mourinho es incapaz de lanzar un mensaje de optimismo. Ni siquiera el domingo, cuando incluso habría podido sacar pecho por los cambios ofensivos y por la cantidad de remates de su equipo. Prefirió dejarlo todo en manos de Karanka, que apenas habló tres minutos, casi todo el tiempo de los arbitrajes.

Al Madrid le espera mañana el Atlético en el Calderón. Tras el empate en Vila-real, el equipo supo sobreponerse con una maravillosa goleada en Pamplona. Los puntos que le separan del Barça a dos jornadas del clásico han bajado a cuatro. Los que perdió Mourinho en sus temporadas en el Oporto, el Chelsea y el Inter fueron 7,5 de media en las últimas 11 jornadas. En el primer año y en el segundo en el Oporto, 7 y 10 respectivamente. En el primero y el segundo en el Chelsea, seis y 11. Y en el Inter, nueve la primera temporada y 10 la segunda. Solo una vez se le escapó el título (2006-2007, con el Chelsea).