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Un autogol de Ghezzal le basta al Málaga

El Levante cede la cuarta plaza al Málaga (1-0) que fue de más a menos

Fernando J. Pérez

Un gol en propia meta del argelino Ghezzal sirvió para que el Málaga se colocara ayer de nuevo en la zona Champions y relegara al Levante, verdadera sorpresa de este campeonato, a los puestos de la Liga Europa. Otra vez un autogol permite a los de Pellegrini encarrilar un partido en La Rosaleda después del 2-1 del zaragocista Da Silva hace dos jornadas. Tras el tanto, en el minuto 50, los locales optaron por administrar la exigua renta con una solidez defensiva a la que su hinchada estaba poco acostumbrada hasta ahora.

En la primera parte, el Málaga y el Levante se dedicaron a vivir cómodos sobre el césped y a desarrollar cada uno el juego que, teóricamente, le corresponde. El Málaga, monopolista del balón, buscaba la llegada del gol por la vía artesana, con jugadas pacientes y elaboradas. Especialmente engrasado estuvo el eje formado por Cazorla e Isco, que pusieron en las botas de Rondón un par de ocasiones que el venezolano no llegó a conectar por muy poco. Enfrente, el veterano y muy ordenado Levante se dedicaba a achicar las oleadas constantes de los blanquiazules y buscar las internadas de Koné, eficazmente marcado por los centrales locales.

MÁLAGA, 1 - LEVANTE, 0

Málaga: Caballero; Gámez, Weligton, Demichelis, Monreal; Joaquín (Seba, m. 77), Toulalan, Cazorla, Eliseu (Camacho, m. 70); Isco (Duda, m. 90) y Rondón. No utilizados: Kameni; Mathijsen, Van Nistelrooy y Buonanotte.

Levante: Munúa; Pedro López (Rubén, m. 78), Cabral, Ballesteros, Del Horno; Farinós, Ghezzal (El Zhar, m. 88); Valdo, Barkero, Óscar Serrano (Botelho, m. 56); y Koné. No utilizados: Navas; Javi Venta, David Navarro y Pallardó.

Gol. 1-0. M. 50. Ghezzal marca en propia puerta.

Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Pedro López, Isco, Ballesteros, Duda y Toulalan.

La Rosaleda: 28.898 espectadores.

En vista de que el largo oficio de los defensores levantinistas impedía las llegadas francas al área de Munúa, el Málaga se dedicó a los disparos lejanos que tan buen resultado le dieron, en la jornada anterior, contra el Getafe. Sin embargo, los intentos, excepto uno de Joaquín que atajó Munúa, se perdieron por la grada.

Conseguido el gol, los locales se replegaron y se olvidaron de compensar el coeficiente de goles favorable al Levante, que ganó por 3-0 en la primera vuelta. Rondón marró un remate de cabeza franco que le sirvió Gámez y Caballero salvó el resultado con una mano de gigante a un tiro bajo de Cabral.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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