“No sé qué he hecho para merecer esta mierda”

Media Roma sonríe, la otra llora. El Lazio se adjudicó el derbi de la capital italiana en un pulso de alto voltaje que deparó dos expulsiones, nueve amonestaciones y una nueva derrota para el equipo de Luis Enrique (1-2), que complica sobremanera sus opciones de encaramarse a los puestos que otorgan un billete para la Liga de Campeones. Anhelaba el equipo giallorosso, trasquilado en el duelo de la primera vuelta por Klose, una victoria que le aproximase a la zona noble del calcio. Pero, muy rápido, cuando tan solo habían transcurrido seis minutos desde el pitido inicial, se dio de bruces contra su oponente. Hernanes adivinó una fisura en la retaguardia romana y envió el esférico a Klose, que dribló a Stekelenburg y cayó al césped. Penalti y expulsión del meta holandés. El brasileño, director de orquesta en el conjunto dirigido por Edoardo Reja, transformó con sangre fría. Fue el inicio del calvario para Luis Enrique, técnico del Roma, molesto con el colegiado a más no poder. "No sé qué he hecho para merecer esta mierda", señaló, enfurecido.

No claudicó su equipo, aferrado a la vieja guardia y la valiente propuesta de su entrenador. Totti asumió protagonismo y Borini encontró el premio en una acción que devolvió la igualada y castigó el rácano planteamiento lazial. Antes ya había avisado il capitano con un zurriagazo que desvió con habilidad Marchetti, asediado también por Juan, que previamente había cabeceado al travesaño. Subieron los decibelios sobre el tapete y se calentó el partido. Amonestaciones por doquier y gritos racistas desde el graderío de los ultras del Lazio con el zaguero brasileño como objetivo. Ingresó también Bojan en el campo, con una aportación estéril; tomó el camino inverso Scaloni, expulsado; y emergió de nuevo Hernanes, asistente de Mauri en el tanto que concedió el triunfo a los de Reja, ahora terceros en la tabla de la Serie A.

"Me gustaría jugar un derbi 11 contra 11", lamentaba Luis Enrique tras el partido, todavía enrabietado con el colegiado y que contabiliza cuatro derrotas en los últimos cinco choques del scudetto; "nunca hablo de los árbitros, pero estoy muy decepcionado. Todo se esfumó por la expulsión de Stekelenburg. No puedo culpar a mis jugadores, lo dieron todo. Lo siento por nuestros hinchas".

Ferguson supera a Busby

En Inglaterra, los focos apuntaban al enfrentamiento entre el Tottenham y el Manchester United (1-3). Y, de forma paralela, al técnico Alex Ferguson. Eterno, el escocés añadió un nuevo laurel a su expediente al superar con su visita a White Hart Lane el récord de presencias en el banquillo (986) con un mismo club del célebre Matt Busby. Quisieron sus hombres estar a la altura y le obsequiaron con una exhibición ante los londinenses, comandada por Ashley Young desde la banda y la indulgencia de la zaga de local en los tes goles de los diablos rojos, que llevaron la rúbrica del extremo inglés -en dos ocasiones- y de Rooney.

En sus 986 encuentros al mando del equipo de Old Trafford, Ferguson acumula 589 victorias, 232 empates y 165 derrotas, por los 481 triunfos, 235 igualadas y 269 derrotas cosechadas por Busby en sus 24 años a los mandos del Manchester United.

Correctivo al PSV

En Holanda, mientras, el Twente protagonizó una sorpresa mayúscula contra el PSV (2-6), rival del Valencia en la Liga Europa. Seis tantos encajaron los de Eindhoven, que el próximo jueves visitan Mestalla tras recibir un severo correctivo por parte del segundo clasificado de la Eredivisie, comandada por el AZ Alkmaar. También magullado salió el Besiktas, enemigo del Atlético, volteado en casa ante el Trabzponspor (1-2). Como el Bayern de Múnich en su desplazamiento al BayArena. El Leverkusen, huésped en el Camp Nou el próximo miércoles en la Champions, derribó a los de Juup Heynckes merced a dos dentelladas de Kiessling y Bellarabi.