Giggs apunta a Maldini

Ya lo advertía Sir Alex Ferguson el pasado viernes: “Es nuestra insignia”. Y lo constataba el domingo, después de que Ryan Giggs sellase el triunfo del Manchester United frente al Norwich City (1-2) en su partido 900 con la camiseta de los diablos rojos. “Es extraordinario. Se ha reinventado a sí mismo, desafía a la edad y nunca ha perdido el hambre del éxito. Puede que algunos no estén de acuerdo conmigo, pero creo que nunca nadie conseguirá lo que él ha logrado”, incidía el preparador, con una sonrisa de oreja a oreja, después de que el veterano futbolista reenganchase al United a la lucha por el cetro de la Premier con sus vecinos del City, al frente de la tabla.

Languidecía el Mufc al ver cómo se escapaba su oponente, rotundo un día antes en su compromiso frente al Blackburn (3-0), al encajar un tanto en los instantes finales que le alejaba de la corona. Hasta que emergió Giggs, eterno, y firmó el gol redentor. “Es un honor haber jugado tantos partidos”, admitía con la prudencia que le caracteriza el galés, de 38 años y que este curso cumple su 21ª campaña enrolado en el equipo de Old Trafford. Aterrizó allí un 2 de marzo de 1991, en un envite contra el Everton, y desde entonces ha alzado 12 veces la Premier, dos Ligas de Campeones, cuatro FA Cup y una Intercontinental, entre otros trofeos. 33 en total.

“Él y Scholes son los mejores que ha tenido este club”, precisaba Fergie, encantado con su escudero, al que reclutó con tan solo 14 años después de convencerle de que no firmase por el Manchester City, con el que estaba a prueba, y al que muchos sitúan como su relevo en el banquillo. Pero no dará el paso, de momento. Hace apenas dos semanas, el futbolista prolongó su compromiso con el United por una temporada más. “Me siento bien. Sé que todavía puedo contribuir a que el equipo gane más títulos”, señalaba el futbolista. “Su estado de forma es el mismo que el de hace cinco o seis años. Su físico es increíble y su apetito continúa intacto”, prolongaba el preparador escocés.

Su físico es increíble y su apetito continúa intacto Alex Ferguson

Ayer, la prensa británica se deshacía en elogios hacia Giggs, siempre con la guadaña a punto, para asistir o liquidar un choque, “integrante de una vieja guardia que muestra a los jóvenes cómo se deben hacer las cosas”, establece The Independent. “Marcó en un día especial, a su estilo”, agrega el diario The Times. “Es mayor, pero infatigable. Lampard debería seguir su ejemplo”, desliza The Guardian; “ha sido capaz de aceptar un papel menos importante sin perder peso en el vestuario”.

“Algún día dirán que yo fui una especie de Giggs”, manifestó en su día el célebre George Best -361 partidos con los diablos a sus espaldas-, cuando era testigo de las correrías del atacante galés a mediados de los noventa. “Es el mejor trabajador que he visto”, confesaba recientemente Scholes. Profesional modélico, asiduo al yoga y reacio a la nocturnidad, en 2008 ya rebasó el récord del legendario Bobby Charlton, que vistió en 758 ocasiones la camiseta de los red devils. Su reto ahora apunta a Paolo Maldini, otro fuera de serie. El defensor italiano, el jugador más incombustible de la historia, lució 902 partidos la zamarra del Milan. Un registro que en apenas 10 días, en los duelos frente al Tottenham en la Liga y ante el Athletic de Bibao en la Liga Europa, puede ser alcanzado por Giggs. Con el depósito lleno, como siempre.