El Mallorca también asalta Vallecas
El conjunto de Caparrós supera al Rayo con una jugada de estrategia lanzada por el Chori Castro y finalizada por Ramis
El Rayo volvió a demostrar que en Vallecas se siente un extraño en vez de como en casa, donde tras marcarse una primera parte bastante potable entregó la cuchara en una jugada a balón parado que lanzó el Chori Castro y cabeceó Ramis en una de las escasas acciones ofensivas de un Mallorca que sacó provecho de los problemas deportivos y extradeportivos del plantel de Sandoval. El equipo franjirrojo no se sobrepuso a los incendios que sacudieron al vestuario a lo largo de la semana, en especial al traspaso de uno de sus centrales titulares, Jordi, al Brujas, así como al positivo en un control alcoholemia de Botelho. Cedido por el Arsenal, el centrocampista brasileño no se hizo a semejante cambio de aires, hasta el punto de que los gunners le terminaron prestando al Levante hasta final de temporada tras las continuas quejas de José Ramón Sandoval y su cuerpo técnico. Lesionados Pacheco, Raúl Bravo y Sueliton, y sin la picardía de Lass, que se encuentra disputando la Copa África, el equipo madrileño le puso más empeño y ocasiones que el conjunto balear, que tiró de oficio para llevarse los tres puntos de Vallecas.
Rayo Vallecano, 0 - Mallorca, 1
Rayo Vallecano: Dani; Tito, Arribas, Labaka (Alberto Perea, m. 80), Casado; Javi Fuego, Movilla (Delibasic, m. 66); Piti (Rayco, m. 74), Michu, Trashorras; y Tamudo. No utilizados: Cobeño; Rafa García, Diego Benito y Diamanka.
Mallorca: Aouate; Chico, Nunes, Ramis, Pablo Cáceres; Martí (Pina, m. 55), Tissone, Pereira, Castro (Nsue, m. 81); Víctor y Ogunjimi (Alfaro, m. 66). No utilizados: Calatayud; Bigas, João Víctor y Hemed.
Gol: 0-1. M. 56. Ramís finaliza de cabeza un libre indirecto lanzado por el Chori Castro.
Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Tissone, Trashorras y Chico.
Unos 10.000 espectadores en el Estadio de Vallecas.
Conforme a lo que viene siendo habitual, el Rayo se desinfló con el paso de los minutos. El cuadro de Sandoval llegó más, mucho más, pero sin puntería y sin premio como comprobó Piti tras controlar el cuero con el pecho dentro del área, quitarse de encima a un zaguero con un recorte hacia dentro y chutar con toda la intención del mundo a la red. En su camino se interpuso Aouate, que salvó el gol con los pies. El portero israelí sostuvo a los de Caparrós -siguió el encuentro desde la grada al estar sancionado- en los 45 minutos iniciales, el tiempo que necesitó el Mallorca para entrar en combustión. El arquero se erigió en un obstáculo insalvable, como evidenció Trashorras en un remate sin malicia alguna. Michu le dio un poco más de pimienta finalizando de cabeza un buen centro del propio Trashorras que se fue fuera. Por el mismo carril llegó un nuevo remate de Casado directamente fuera para alivio de Aouate, al que Nunes y Ramis protegían pero de poco servía por las facilidades que concedían los laterales bermellones, con Chico especialmente negado. Otro centro de Casado se fue envenenando y terminó en la cruceta del arco balear. La jugada la siguió Michu, que envió fuera su remate de cabeza por un palmo justo antes del descanso.
El Rayo apretaba pero no mordía, mientras el Mallorca bastante tenía con aguantar el chorreo, a la espera de pegar primero de la única manera que parecía posible: de estrategia. Anulado su centro del campo ante un firewall como Javi Fuego, uno de los mayores especialistas en birlar el balón del campeonato, el conjunto de Caparrós solo llegó en un par de acciones lejanas de Ogunjimi. La segunda parte amaneció con el Mallorca más enchufado y el Rayo más descreído y fatigado. Nunes despertó a Dani de su letargo finalizando por alto un saque de esquina. Pina le imprimió más intensidad a la elaboración visitante que Martí y se sacudió un poquito la presión del Rayo en la medular, pero el grupo balear insistía en finalizar las jugadas desde lejos, dando más protagonismo a la segunda línea que a sus delanteros. Así andaba el partido cuando una falta lateral terminó por decidir la contienda, bien ejecutada por el Chori Castro y mejor finalizada por Ramis, cuyo cabezazo entró como un obús tras tocar en el larguero. Dani no pudo hacer nada, ni siquiera la estatua.
El gol del zaguero del equipo de las islas hundió por completo al Rayo, que no reaccionó con los cambios que planteó Sandoval, como la entrada de Delibasic por Movilla, o renunciando, ya casi al final, al central Arribas por Perea. El Mallorca manejó a su gusto el tramo final sin ningún susto de consideración y pudo dar la puntilla. Al igual que Alfaro, Víctor tuvo el segundo pero no atinó con la portería. En la otra portería, Michu peinó la pelota directamente a los guantes de Aouate y confirmó los fantasmas que abruman al Rayo cuando le toca jugar en casa.
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