En lo más alto, con 15 años

Con solo 10 años, el estadounidense Jordan Romero ya había alcanzado la cima más alta de África, el Kilimanjaro (5.894 metros), en Tanzania. Le escoltaban su padre y su madrastra, los mismos compañeros con los que ayer holló la cima del macizo Vinson (4.897 m.), la mayor cumbre de la Antártida, y se convirtió, con 15 años, en el escalador más joven en conquistar las cimas más altas de todos los continentes. La noticia de su última hazaña la dio su página web, que sigue al detalle el descenso, cuyo fin está previsto en las próximas horas. El joven, que nació en California, ha arrebatado el récord al británico George Atkinson, quien hizo lo propio con 16 años y solo ha podido presumir de su hazaña unos meses, pues la completó en mayo.

Cuando en junio de 2006 culminó la escalada del Kilimanjaro, Romero abatió el primero de sus récords de precocidad. Fue el más joven en conseguirlo, como lo fue cuando conquistó la cima de Europa, el Elbrus (Rusia, 5.642 m.) y de Sudamérica, el Aconcagua (Argentina, 6.962 m.), cumbres que holló cuando aún tenía 10 años. Con 11 subió hasta el pico del Monte McKinley en Alaska (EE UU, 6.194 m.), el techo de América del Norte, y la pirámide Carstensz (Indonesia, 4.884 m), el punto más alto de Oceanía. Otros récords.

En mayo de 2010, con 13 años, se midió con la cumbre por antonomasia, el Everest (Nepal, 8.848 m.), cúspide de Asia y del mundo, lo que representó otra plusmarca de su tempranera carrera de alpinista, y el único ochomil de su carrera. El monte Kosciuszko (Australia, 2.228 m.), hollado en abril de 2007, es la otra cima presente en su asombroso registro. Ayer completó la obra. Jordan Romero ya es el escalador más joven en haber visto el mundo desde los miradores más altos de cada continente.