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El rey de los puntos de partido

Djokovic, número uno del mundo y rival de Ferrer hoy, ha superado 22 'matchpoints' en toda su carrera, más que Nadal, Federer y Murray

La mejor defensa del gigante es su leyenda. Los datos que construyen el mito empiezan a desfilar por el cerebro de Tomas Berdych cuando se procura punto de partido al resto contra Novak Djokovic, el lunes y en la primera jornada del Grupo A de la Copa de Maestros. Este es el número uno mundial, se dice el gigantón checo. Este es el tenista que ha ganado tres grandes y solo ha perdido cuatro partidos en 2011, piensa Berdych. Este es el rey de reyes salvando puntos de partido, recuerda: en su carrera, según confirmó la página web de la ATP, el serbio ha superado 22 puntos de partido en contra antes de alzarse con la victoria, incluido, por supuesto, ese que afronta y cede Berdych, presa de los nervios y la tensión, asustado por la posibilidad de derribar al gran dominador del curso, finalmente triunfador por 3-6, 6-3 y 7-6. Nole es el mejor de los mejores en la estadística: ni Rafael Nadal (18), ni el suizo Roger Federer (11), ni Andy Murray (8) se le acercan.

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Un Federer mágico

"En esa situación, si piensas mucho, demasiado, sobre lo que debes hacer, el resultado no será el que quieres", recomienda el serbio, todo un especialista, que se enfrenta hoy (21.00, Canal+ y Teledeporte) a David Ferrer por el liderato de su grupo. "Intento convencerme de que ese punto es un punto cualquiera. Mantenerme concentrado. Depende también de quién esté al saque", prosigue. "A este nivel, pequeños detalles, solo un par de puntos, deciden el ganador".

Durante su carrera, Djokovic, que en Londres juega con un hombro cubierto de esparadrapos azules, ha sido fuego y hielo frente a los puntos de partido en su contra. De fuego fue su resto cruzado para negarle la victoria al Federer en las semifinales del Abierto de Estados Unidos 2011: al cerrarlo, y con otra bola determinante aún por descontar, empezó a provocar al público, los dedos señalándole los oídos, pidiendo guerra. De hielo, ante el mismo rival, en el mismo escenario y la misma ronda, fue su reacción en 2010, con él esta vez al servicio: dos derechazos, dos zarpazos precisos hasta el milímetro, le salvaron cuando estaba ante el abismo. ¿Cuántas cosas han cambiado entre estas dos temporadas?

"Lo que no ha cambiado es cómo afronto mi profesión. Ni un poco", contesta el serbio. "Mi equipo sigue siendo el mismo", continúa, obviando que ya no cuenta con los servicios del nutricionista Igor Cetojevic, que le sometió a los rigores de la dieta sin gluten. "Tenemos las mismas rutinas de entrenamiento. Luego, es evidente que la manera en la que me ve el mundo del deporte ha cambiado por mis éxitos. Creo que lo estoy asumiendo bien. Necesito mantener los pies en la tierra para seguir haciéndolo bien".

Desde el Abierto de Estados Unidos, Djokovic se retiró en un partido decisivo de la Copa Davis, decidió, lesionado, no competir en Asia, perdió extrañamente en Basilea y abandonó sin competir en cuartos del Masters 1.000 de París. Es evidente que su preparación no ha sido la ideal. También, que los dolores, hoy en la espalda, ayer en el hombro y mañana quién sabe dónde, son el tributo a una temporada para la historia.

Nole, claro, no es el único sufriente. Murray, doliente de los adductores, ha abandonado el torneo, por lo que el serbio Tipsarevic le sustituirá (15.00, Canal+ y Tdp) en su cruce contra Berdych. Así se lucha en Londres: al límite del cuerpo y hasta la última pelota.

Novak Djokovic.
Novak Djokovic.MICHAEL REGAN (Getty)

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