"He visto un equipo con hambre"
Mourinho elogia a los jugadores no habituales: "Quienes trabajan como ellos siempre responden"
Acabó el partido y José Mourinho se dirigió al flaco Kuroslav Jurcic con gentil condescendencia. "Quiero volver a verte en la Champions el año que viene", dijo al oído de su colega mientras por los altavoces de Chamartín se oía el viejo himno madridista: "De las glorias deportivas...". El público, el entrenador y los jugadores, todos, disfrutaron del cruce con el Dinamo, que, en la temporada de su debut en la competición, registra las peores estadísticas de todos los participantes. Después de triturarlo, el Madrid llegó a los 15 puntos, un récord en la fase de grupos que lo clasifica como líder.
Mourinho se felicitó por algo que siempre ha caracterizado su trabajo: la motivación, reflejada en la entrega de los jugadores en un partido en el que no había mucho que ganar. El hecho de que el Madrid presentase una alineación medio improvisada, plagada de futbolistas poco habituales, remarca su mérito. "He visto un equipo con hambre", dijo el entrenador. "Muchas veces, cuando no juegas mucho, las motivaciones no son grandes. Muchos jugadores no consiguen respetar el espectáculo y el juego. Pero hoy la gente ha entrado enchufadísima. Hemos jugado rápido y bien. Sabía que estos jugadores podían responder porque quienes trabajan como trabajan ellos cada día siempre responden. Hemos disfrutado mucho con ellos. Incluso los que estaban en el banquillo. Pepe, Cristiano, Casillas..., se lo han pasado muy bien viendo a sus compañeros", añadió.
De todos los jugadores poco habituales, el más famoso fue Sahin, que acabó completando 90 minutos después de seis meses de altibajos y lesiones. "Sahin está de pretemporada", matizó Mourinho; "por eso juega sin ritmo, sin confianza, con una intensidad más baja, enseñando algunos detalles de su calidad. Este partido le ha venido de maravilla. Pensé en darle menos tiempo, pero, como vimos que estábamos controlando el partido, en el descanso le he dicho que jugaría los 90 minutos. Ha corrido en total casi 12 kilómetros".
Sahin, que se notó fatigado durante gran parte del encuentro, se manifestó con un sorprendente sentido de la autocrítica al salir del vestuario: "Era un día muy importante para mí porque llevaba seis meses sin ser titular y sin jugar los 90 minutos. Estoy feliz, pero reconozco que no he jugado muy bien. Tengo que trabajar mucho para mejorar mi fútbol".
Mourinho se negó a comparar a su actual plantilla con la del Oporto, la del Chelsea o la del Inter. No quiso reconocer públicamente lo que dice en privado, que nunca ha tenido tanta calidad en su equipo: "No quiero llegar ahí porque las otras plantillas me han dado muchos títulos y esta solo me ha dado uno. No quiero ni ser injusto con los otros ni demasiado simpático con estos. Me tienen que dar algún título más".
Desde hace unos días, la plantilla se agita en un debate interno sobre si lo primordial es divertir o ganar. Ayer, el que pisó fuerte fue Sergio Ramos: "Era un partido importante para aquellos jugadores que no suelen tener minutos y es bonito ver que juegan y marcan las diferencias. Juegue quien juegue, el Madrid demuestra que ya tiene un estilo. Tenemos ganas de divertir a la gente".
Alguien recordó a Benzema aquella vieja crítica que le señalaba como un tipo casquivano y de pecho frío para contrastar su nivel actual y destacar que ha evolucionado. El francés rechazó el razonamiento como quien rechaza un prejuicio infundado: "Yo siempre he estado bien de cabeza. Tengo confianza y sé que voy a mejorar cada día".
Uno de lo héroes de la noche fue Callejón, el canterano, que metió dos goles. El joven recordó el episodio de Mestalla, cuando su entrenador se le subió a borriquete para celebrar el gol de Cristiano. "Teníamos en mente que me subiera sobre Mourinho para hacer el caballito si marcaba", dijo, quizá bromeando; "pero lo hemos dejado para otra ocasión... Hemos hecho disfrutar a la afición y hemos disfrutado nosotros en el campo. Los goles, además, me dan energía y moral. Estamos jugando muy bien y disfrutando mucho".
El técnico del Madrid quiso enviar su apoyo a Tito Vilanova, el segundo entrenador del Barcelona, con el que tuvo un incidente en el Camp Nou (le metió un dedo en un ojo en la vuelta de la Supercopa española) y que ayer fue operado de un tumor: "Estamos muy tristes. Quiero enviarle nuestro apoyo y desearle que esté lo antes posible recuperado, que vuelva con su familia y a su trabajo y que el 10 de diciembre pueda estar en el banquillo del Bernabéu para el clásico".
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