El Madrid, a la carrera y sin frenos

El Real Madrid es un torbellino de difícil detención. "Debemos ser un equipo muy agresivo en defensa para que podamos correr, porque si con los jugadores que tenemos no somos rápidos, no sacaremos todas las ventajas que podemos tener con ellos", explicó Pablo Laso el pasado 29 de junio, el día en que fue presentado como entrenador del Madrid. Cuatro meses después, los hechos han demostrado que no mentía en sus intenciones y el conjunto blanco no duda en lanzarse a la carrera y mirar al aro a la menor ocasión, situándose entre los equipos más anotadores tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga; dos competiciones en las que marcha colíder. Sin embargo, respecto a los planes del técnico, el equipo no ha cumplido en las tareas defensivas, especialmente en la máxima competición continental. Hoy, en la vista al Partizán (20.45. Teledeporte, en diferido dos horas después), tratará de exprimir su ataque y recomponer su defensa.

La pareja de bases que forman Llull y Sergio Rodríguez, felices cuando el parqué pasa volando bajo sus pies, mejores en el remolino que en la pausa, invita a insistir en el juego de transición y lanzar a flechas como Rudy Fernández y Jaycee Carroll -tan capaces de acabar una contra bajo el aro como de pararse y lanzar desde lejos-, o esperar en la segunda oleada a trailers como Ibaka -uno de los que debería beneficiarse de este estilo según aumenten sus minutos en pista- o Mirotic, altos y móviles. A lo que se suma el talento ofensivo individual de la mayoría de la plantilla, capaz de resolver los ataques cuando estos se enredan. "Me gusta jugar así", resuelve Sergio Rodríguez; "rápido, con un ataque vertiginoso".

En España, en una competición cada día más tacaña con los puntos, nadie anota más que el conjunto de Laso, que promedia 80,17 puntos, empatado con el Bizkaia Bilbao. Sin embargo, cuantos más cortos son los ataques, más veces toca defender. Una faceta en la que el Madrid renquea. Por eso Laso explotó hace poco en un partido liguero ante el Cajasol. "¿Va alguien a bajar el culo o vais a esperar a que pase lo de todos los días?", les espetó a sus jugadores, que reciben 70 puntos por choque. Pese a ello, la comparación con los bilbaínos deja en buen lugar a los blancos, ya que metiendo los mismos puntos que ellos, los de Katsikaris encajan 81,17 tantos por duelo (11,17 más que el Madrid), y solo menos que el Valladolid en toda la Liga. La situación se repite en la Euroliga, donde el club blanco es el tercer máximo realizador (89 puntos), empatado con el Barcelona, y pegado a CSKA de Moscú (90) y Panathinaikos (90,3). Sin embargo, la mayor dureza de la competición -el Madrid está encuadrado en el grupo más difícil- penaliza más las debilidades atrás, colocándole en el vagón de cola de los puntos encajados (80,6). Únicamente seis de los 24 equipos de la competición tienen peor registro, cuando en la competición doméstica se queda en mitad de la tabla.

Otras estadísticas sensibles a la hora de medir la capacidad de un equipo para jugar rápido son las recuperaciones y el rebote defensivo, el momento en el que cambia la posesión y que sirve como pistoletazo de salida para comenzar a correr. Los madridistas lideran la Liga Endesa con 29,3 capturas por partido bajo su aro, permitiendo una cantidad moderada de rebotes ofensivos (9,8), a pesar de que el número más alto de posesiones provoque más tiros fallados y, por tanto, más ocasiones de concederlos. Dato que cuida aún más en la Euroliga, en la que baja el número hasta siete, siendo el tercer equipo en el rebote defensivo (27,3 por duelo). Sin embargo, en las recuperaciones, ofrecen dos caras. Destacan en la Liga Endesa, donde son segundos pese a los ajustes defensivos que necesita el equipo, con 9,3 balones recobrados de media, gracias especialmente a la presencia de Rudy Fernández (2,2), que lidera el apartado de todos los equipos. Pero los de Laso vuelven a tener dificultades a la hora de trasladar este dato a la Euroliga, ya que allí el equipo sufre mucho más para provocar pérdidas de balón en el rival (5,6), lejos de los mejores: Panathinaikos (12,6), Nancy (9,6) y Fenerbahce (9,6). O Barcelona (8,3) y Caja Laboral (9), que le adelantan al salir a Europa.

Hoy, en la visita al Partizán los blancos tratarán de repetir una receta que hasta ahora les ha dado réditos. Pero para que el plan, además de vistoso, sea fiable del todo, tendrán que intentar que las alegrías en ataque no se reproduzcan en defensa, consiguiendo nivelar el número de recuperaciones y puntos encajados en la Liga Endesa cuando se compite ante plantillas superiores. Además de mejorar el ataque a media pista, un repertorio necesario cuando el equipo rival niegue las transiciones rápidas y conceda menos pérdidas de balón. Un escenario cada vez más posible a medida que avance en la competición. Cuando el Madrid quiera correr, pero se encuentre con el freno de mano echado.