Elena Rosell tendrá una segunda oportunidad

Una apuesta arriesgada, la de Jorge Martínez Aspar, y un debut desgraciado, el de la piloto Elena Rosell, llamada a ser la primera mujer española que debutaría en el mundial de motociclismo. Una historia para la que todavía no se ha escrito el final. Rosell aterrizó en Holanda muy segura de sí misma, a pesar de que nunca antes había pisado ni uno de los circuitos que configuran el calendario del mundial, a excepción, claro, de los españoles. A pesar, también, de que nunca antes se había subido a una Moto2, pues ella es piloto de Kawasaki en la categoría Stock Extreme del Campeonato de España.

Elena Rosell (Manises, Valencia; 1985) se estrenó en Assen, uno de los circuitos más técnicos y tozudos con los que podía tropezar. Y vaya si lo hizo. Apenas dio 18 vueltas en total en los dos días en que pudo subirse a la moto. Tuvo dos caídas el jueves y otra el viernes. Ni siquiera llegó a la sesión de clasificación porque al equipo no le dio tiempo a recomponer la Suter, destrozada tras el último accidente. Y las críticas cayeron como caía la lluvia el pasado fin de semana sobre el circuito holandés. Muchos expilotos se quejaban por el paddock y calificaban el fichaje de la piloto de locura y de operación meramente centrada en el marketing y la promoción. Pero ni Rosell, ni Aspar parecen decididos a tirar la toalla. La valenciana tendrá una segunda oportunidad.

Según ha informado el equipo, con representación en las tres categorías del mundial, la piloto -que llegó para sustituir al lesionado Julián Simón- se entrenará con ellos con el objetivo de que siga cogiendo experiencia a los mandos de una Moto2. "Una vez finalizada su adaptación a la categoría intermedia, Elena podría disponer de una nueva oportunidad en el campeonato del mundo de Moto2", señala el comunicado, que indica, además, que la piloto dejó buenas sensaciones a pesar de su infortunio. "En Assen no pudimos concebir una idea clara de lo que Elena puede lograr, porque se dieron muchísimas condiciones adversas para ella. Todavía no tenemos un plan totalmente definido, pero el principal objetivo es que disponga de tiempo esta temporada para entrenar con una Moto2, y así pueda ir cogiendo experiencia. Tanto yo como el equipo pensamos que tiene una enorme capacidad de evolución, y con los medios y el tiempo necesario puede llegar a tener un buen papel en alguna prueba de este año", apunta el propio Aspar.

La protagonista, que se marchó de Holanda con lágrimas en los ojos, impotente tras un estreno poco afortunado, agradece la confianza. "Jorge me conoce desde hace años y se ha tomado el tiempo de conocer mi trayectoria antes de valorar la posibilidad de que corriera en Assen. Por eso tampoco ha cambiado de idea después de Holanda. Realmente para mí es un sueño poder tener otra oportunidad, y voy a trabajar durísimo para adaptarme a la Moto2. La próxima vez que salgamos a pista a competir tendremos los deberes hechos", concede.