Bartoli, la esperanza francesa
La gala, que se enfrenta en semifinales a Schiavone, es la segunda tenista de su país que alcanza a esta fase en los últimos 30 años, tras Mary Pierce
Marion Bartoli (Le Puy en Velay, Francia; 1984) vivió uno de sus momentos más duros como tenista el pasado 21 de mayo. Lesionada en el muslo, tuvo que retirarse de la final del torneo de Estrasburgo que estaba disputando frente a la alemana Andrea Petkovic. Su participación en Roland Garros, en el que debutaba solo dos días después, peligraba seriamente: "Me queda un día y medio para recuperarme. Vamos a ver cómo evoluciona el dolor. Es hora de rezar para que ocurra un milagro". Y ocurrió. Bartoli, número 11 del mundo, venció a Anna Tatishvili el 23 de mayo y ha ido avanzando rondas en París hasta vencer en cuartos a Svetlana Kuznetsova (7-6 y 6-4). Hoy, en semifinales, le espera la italiana Francesca Schiavone.
Su actuación en Roland Garros es meritoria, y no solo por el etado físico en el que aterrizó en el torneo, sino también porque la única francesa que había llegado tan lejos en París en los últimos 30 años era Mary Pierce, que lo logró en 1994, 2000 - cuando ganó el torneo- y 2005- cuando llegó a la final-. Bartoli no está acostumbrada a jugar a estas alturas un Grand Slam: su mayor éxito hasta ahora ha sido disputar la final de Wimbledon en 2007, que perdió ante Venus Williams. En Roland Garros su mejor actuación se limitaba a llegar a cuarta ronda.
La francesa estaba exultante tras superar en cuartos a Kuznetsova. "Aun cuando he jugado la final de Wimbledon, nunca me sentí tan emocionada después de un partido. Son tantos sentimientos en el mismo momento... La gente haciendo la ola, coreando mi nombre... Cuando ella falló ese revés, fue como: 'Oh Dios, estoy en la semifinal en mi casa. Finalmente puedo jugar bien aquí. Fue un gran alivio". Bartoli sabe que está en uno de los mejores momentos de su carrera, que arrancó cuando era tan solo una niña de seis años.
En 2001, ganó el Abierto de Estados Unidos júnior y su padre, médico, decidió dar un paso más: dejó su profesión y se dedicó por completo a entrenarla. Ahora está ante uno de sus mayores retos. Hoy la espera Schiavone, a la que tendrá que superar si quiere jugar la final. No lo tendrá fácil. La italiana, número cinco del mundo, ganó Roland Garros el año pasado. En los enfrentamientos entre ambas, además, Bartoli no sale bien parada: ha jugado en cinco ocasiones y la francesa ha perdido en cuatro de ellas, la última en Wimbledon en 2009.
Cuenta Bartali que la primera vez que jugó un torneo de tenis tenía seis años y se enfrentaba a niñas tres años mayores que ella. "Gané la final 6-0 y 6-0, pero pasé una mañana horrible. Estaba fatal del estómago", recuerda. Hoy volverá a sentir, posiblemente, sensaciones similares, pero 20 años después. El premio es, esta vez, disputar una final de Roland Garros ante su público. Su peligro se llama Schiavone.
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