Lasarte, una destitución sin explicaciones
El técnico uruguayo consiguió el ascenso de la Real y la permanencia en Primera División
"Dolido y satisfecho" definió hoy su estado de ánimo Martín Lasarte tras ser destituido ayer por el Consejo de Administración de la Real Sociedad como entrenador del primer equipo con quien tenía un año más de contrato. La decisión cogió por sorpresa a propios y extraños, aunque vista la celeridad de los dirigentes blanquiazules, parece que estaba tomada con varias semanas de antelación. Martín Lasarte se va con muchos balances a cuestas, que pueden resumirse en 34 victorias y 29 derrotas. Sin embargo, el principal balance del técnico uruguayo es que ha conseguido dos objetivos sobre los que es difícil pronunciarse sobre el orden de importancia: primero, ascender al equipo, y luego, mantenerlo. A dos semanas del término de la Liga, solo nueve equipos tenían garantizada la permanencia: los cuatro de la Liga de Campeones, los tres de la Liga Europa, el Espanyol y el Racing. Todos los demás sentían el aliento del descenso en el cogote. La permanencia es un objetivo cada vez más caro, más aún para un equipo como la Real Sociedad, que volvía del infierno y que mantenía la misma plantilla de Segunda más los fichajes de Llorente y Tamudo, que se alternaron en la punta por cuestiones tácticas o físicas, y Demidov, un futbolista desconocido de esos que tanto gusta rebuscar a la Real, con discretos resultados.
No parecía cosa menor lo logrado por Lasarte, que incluso tuvo al equipo holgado, hasta soñando con Europa más de media Liga. Su momento malo lo vivió en Gijón, ante el Sporting, cuando la Sociedad se lo planteó como un ultimátum, tras una racha negativa de resultados. La afición, sin embargo, estaba de su lado. Lasarte, por su condición de uruguayo y casi vasco, enganchó pronto con la ciudad y con la provincia; su forma de trabajar, de hablar, de implicarse, le aseguró una buena relación tanto con el vestuario como con la grada. La victoria contra el Barcelona fue la única explosión de alegría vivida por el público en Anoeta en mucho tiempo.
Todo hacía indicar que la Real había tocado una buena tecla. Pero el piano se desafinó el lunes. Lasarte no quiso que le explicaran los motivos de su destitución "Ya estoy mayorcito para eso", le dijo al presidente Aperribay y al director deportivo, Loren, su valedor hace dos años.
El técnico uruguayo se despidió solo, nadie del club le acompañó en su última conferencia de prensa. Por lo tanto, falta la última palabra, la de los dirigentes realistas, que deberán explicar los motivos de la destitución del técnico con el que volvieron a Primera y el que los deja donde los llevó, no donde los cogió.
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