Ángel Torres: "Lo que tiene que hacer el imbécil que tiró los balones es salir"

Al final del partido de ayer entre el Zaragoza y el Getafe, desde el banquillo maño se lanzó un balón al campo que obligó al árbitro a parar el partido. Después lo hizo un recogepelotas. El entrenador del Getafe, Míchel, dijo que fue una de las causas por las que su equipo no pudo igualar el partido: "En la segunda parte hemos estado cerca de empatar hasta el último cuarto de hora, que por la lesión de Manu del Moral y los balones en el campo no se ha jugado, ha sido un final no digno de una Liga como la española".

Ángel Torres, presidente del club madrileño, sí se mostró más contrariado. "Lo que tiene que hacer el imbécil ese, si es tan valiente para hacer eso, es salir y asumir la responsabilidad y salvar al club de una multa. Que diga: 'A mí, por imbécil'", aseveró el directivo azulón, que, además, coincidió con su técnico en que no es una acción digna de "la mejor Liga del mundo". El técnico del Zaragoza, Javier Aguirre, pidió perdón. "Quiero pedir disculpas públicamente al equipo rival porque no estoy de acuerdo con lo sucedido al final del partido", se lamentó el mexicano, que aseguró sentirse "avergonzado" y calificó el acto de "reprobable". "Me voy a reunir con mis jugadores y les voy a decir que no es un acto propio de profesionales. No hagas lo que no quieres que te hagan", dijo Aguirre, que no supo precisar quién lanzo los balones.

No es el primer acto extradeportivo que se vive en los campos españoles este año. En la jornada 21, en el encuentro que enfrentó a Osasuna y Real Madrid, se lanzaron varios balones desde la grada del Reyno de Navarra cuando atacaba el equipo visitante. Además, al final del partido de la ida de las semifinales de la Copa, en el estadio Sánchez Pizjuán, entre el Sevilla y el Madrid, una botella de agua lanzada desde la grada impactó en la cabeza de Casillas y los recogepelotas se hicieron con el recipiente antes de que llegara el árbitro.

Zaragoza 2- Getafe 1