Klöden era el hombre fuerte

Cada año, salvo rarísimas excepciones, la Vuelta al País Vasco se juega los cuartos en la última etapa, habitualmente una contrarreloj. En los días anteriores se mide la capacidad de resistencia para una ronda muy nerviosa, sinuosa, ajena a la tranquilidad, a veces estresante. Se trata de llegar a la última jornada con posibilidades de ganar y ahí se despliega el músculo y quien más pueda, campeón. Había 10 hombres fuertes cuando tomaron la salida en Zalla para afrontar 24 duros kilómetros contrarreloj (con un puerto de primera en el medio). Cuando todos han llegado se ha descubierto que el veterano Andreas Klöden (RadioShack) era el más fuerte de todos ellos y se ha llevado la Vuelta con más facilidad de la prevista.

El alemán del equipo americano ha sido el más fuerte de la carrera, pero no de la etapa, honor que correspondió a Tony Martín, desaparecido de la general a las primeras escaladas de cambio de la carrera. Hoy, en su terreno, ha volado por las carreteras de Zalla, rodeadas de un verde intenso, para imponer su ley. A Klöden, un tipo simpático, le interesaba sobre todo la clasificación general y ahí no ha tenido rival. Ni siquiera su compañero Chris Horner, el abuelo del pelotón internacional y ganador el pasado año de la ronda vasca. Todos los candidatos han caído ante el calor y la exigencia del recorrido. Klóden, a sus 35 años, vuelve a ganar una competición que ya se adjudicó en el año 2000 cuando defendía el maillot del Telecom.