"Tuvimos errores de juventud"

El Madrid golpeó primero. Y lo hizo refrendando su condición de mejor reboteador del torneo: 42 rebotes a favor de los blancos por los 26 del conjunto valencianista, reflejó la estadística final. Pero la diferencia decisiva estuvo en las capturas ofensivas: 21 a 9 a favor de los madridistas, todas en los tres primeros cuartos. "El rebote ofensivo ha sido decisivo porque nos ha permitido tener muchos más tiros que ellos, pero no se puede pensar que podemos ganar sin ser un equipo. Son errores de juventud", explico Molin.

"Nos ha faltado compartir más el balón y tirar con más confianza. Estos partidos se ganan en estos detalles. Como se ha podido ver no será una serie sencilla", analizó el técnico blanco. Emanuele Molin dirigía ante el Power Electronics Valencia su primer partido de Euroliga como entrenador titular tras más de una década como ayudante de Messina.

Llegaba con un bagaje de cuatro partidos de ACB, con tres victorias y una derrota, la del pasado sábado en Málaga ante el Unicaja. Como señal de la tortuosa travesía que lleva el equipo, dos de los cuatro partidos se resolvieron tras una prórroga. Ante el Valencia volvió a sufrir pero un triple de Nikola Mirotic sentenció el choque. "Empezó muy nervioso pero ha hecho un trabajo excelente, sobretodo en el segundo periodo", dijo Molin en un elogio hacia su pupilo, que lo intentó tres veces desde el 6,75. Solo entró uno, el definitivo.

La Caja Mágica registró la mejor entrada de la temporada. 8.345 espectadores se esmeraron en crear el ambiente que demandaban los jugadores blancos en los días previos. Un apoyo que agradeció el capitán Felipe Reyes. "Es muy importante empezar con un triunfo. Son partidos en los que hay que dejarse la piel y el público ha sido un factor importante que nos a empujado y nos ha ayudado en momentos decisivos", apuntó Reyes. El partido sirvió además para celebrar el 80 aniversario de la sección de baloncesto blanca. Entre los actos conmemorativos, la reunión de leyendas del Madrid que saltaron a la pista para hacerse una foto histórica.

Mientras, en el bando valencianista se mezclaba la decepción por la derrota con la sensación de haber mantenido el pulso hasta el último instante. "El rebote ofensivo nos ha condenado", refrendó Nando De Colo. El francés, que fue el máximo anotador del partido con 15 puntos, tenía la vista puesta en el choque del jueves. "Tenemos que entregarnos al máximo en el próximo partido pensando que luego tendremos el apoyo de nuestra gente en Valencia".

Pesic también tenía claro el análisis del choque. "Fue un partido típico de Euroliga, con mucha intensidad, jugado al límite, pero nos mató el rebote ofensivo. Tuvimos nuestra oportunidad. No nos faltó mucho pero conceder 21 rebotes en nuestra pintura es demasiado", explicó el técnico serbio, que tuvo tiempo de anticipar planes para la cita del jueves. "Hemos probado en algunos momentos con dos cincos en pista. Lishchuk y Javtokas han conseguido controlar el rebote por momentos y puede ser una solución. Estamos decepcionados pero no es momento de bajar los brazos".

Rafa Martínez, cariacontecido, tuvo tiempo para la autocrítica. "Nuestro rebote defensivo ha sido malísimo. Todos tenemos que ayudar mucho más si queremos corregirlo. Cada partido será un cara o cruz que se ganará en detalles puntuales. No hemos estado a la altura y tenemos que aprender de ello", concluyó. El jueves, próximo capítulo.