Raúl apunta al Valencia

De sus compañeros salen palabras de admiración, por más que no sepa expresarse en alemán. De los medios de comunicación, que al principio eran reticentes porque consideraban húmeda su pólvora, también se desprenden los elogios. Y al técnico, Felix Magath, no hace falta interpretarle porque le ha puesto de titular en todos los partidos al frente del ataque del Schalke, el próximo rival del Valencia en la vuelta los octavos de final de la Champions (1-1 en la ida). Raúl González (Madrid; 1977) es el remate del conjunto alemán. Y, en una entrevista que concedió a la revista germana Kicker>, avisa: "El nivel mostrado en la Bundesliga no es el que nos habíamos propuesto. Todo empezó con las cuatro derrotas iniciales y luego costó coger el ritmo. Pero en las eliminatorias estamos bien". En la final de la Copa y con la mirada puesta en el Valencia.

Raúl suma esta temporada 36 partidos y 15 goles, algunos tan importantes como el definitivo que endosó la semana anterior en la semifinal de la Copa frente al Bayern, y como el que le enchufó al propio Valencia. "Coronar mi primera temporada con algún título sería maravilloso", aclaró el futbolista. Se refiere, sobre todo, a la final del 21 de mayo ante el Duisburgo, rival de Segunda División, en el estadio olímpico de Berlín. "Las finales hay que ganarlas, para eso están", convino, al tiempo que recordó los dos batacazos que se dio con el Madrid en la final copera, contra el Deportivo (2002) -en el famoso partido del centenariazo y ante el Zaragoza (2004).

La misma seguridad mostró el delantero cuando le entrevistó la uefa.com al respecto de la eliminatoria frente al conjunto de Emery: "Espero que sean más peligrosos que en la ida. Tienen grandes jugadores pero tenemos la pequeña ventaja de jugar en casa. Así que estamos repletos de confianza y esperamos llegar a cuartos de final. Sería un gran logro".

El árbitro, un millonario sueco

El encuentro será arbitrado por Jonas Eriksson, de 36 años e internacional desde 2002 que desde hace cuatro años ejerce la profesión por afición porque la venta de una empresa de comunicación -tenía la participación de un 15% de una televisión sueca con derechos deportivos- le reportó 9 millones de euros. "El dinero no ha cambiado nada; con lo que más disfruto es pitando partidos".

Destaca por otra parte, su buena estrella con los equipos españoles: cuatro partidos dirigidos y cuatro triunfos. También fue el colegiado en el Estonia contra España (0-3), encuentro valedero para la clasificación del Mundial de 2010.