"Hay cosas mas graves que caerse una vez en la Vuelta, o dos"
Igor Antón (Galdakao, 1983) se vuelve a enfrentar esta temporada a su reto particular: la Vuelta a España, aunque él admire el Giro y sufra con las decepciones del Tour. Es el ciclista designado para ganar la ronda española, pero las caídas le han alejado del objetivo. Algo así como el ciclista de la mala suerte, aunque él lo ve de otra manera: "Hay cosas peores en la vida y yo guardo un buen recuerdo de la Vuelta del pasado año", afirma.
Pregunta. ¿Qué ha aprendido de tantas decepciones, especialmente la del año pasado con su caída más inoportuna?
Respuesta. Se aprende todos los años, desde que debuté en el Giro de Italia, al que voy a volver este año. Conocí esa grandísima carrera, he ido viviendo situaciones desde 2006 cuando gané mi primera carrera y luego he vivido cómo van exigiéndote más, tienes más presión y luego te pegas contra un muro como me sucedió en el Tour. Las cosas malas pueden ser las famosas caídas en la Vuelta o retirarme en un Tour. He ido viviendo situaciones. Sin embargo, 2010 ha sido mi mejor año, mi año, aparte de la caída. Porque me quedo con las 14 etapas que viví, que fueron muy buenas. Eso me ha quedado ahí, a pesar de tener que retirarme por la caída. La gente solo se acuerda de lo malo, pero yo me quedo con lo bueno
P. ¿Qué sintió al verse en el suelo?
R. Supe asumirlo desde el primer momento. Te quedas con la miel en los labios y en frío lo valoras y piensas, '¡joder, que oportunidad más buena he perdido!'. Pero puedo decir que estaba satisfecho con lo que había conseguido, pero no conforme, naturalmente. Me fui, entre comillas, invicto. Pero me queda la esperanza. Pensé: 'ya volveré, hay peores cosas en la vida que caerse una vez, o dos'. Todos vivimos situaciones en la vida. Para mí aquello no fue ningún fracaso.
P. Con todo lo que ha ocurrido, muchos le citan como el número uno del ciclismo español.
R. En el terreno de la montaña he ido dando pasos, me han reconocido como escalador y ahora he dado un pasito más para ser un corredor más completo. Me falta dar el paso definitivo. Decían que la Vuelta la tenía en el bolsillo. Si, pero tenía que ganarla, tenía que pasar la crono, salvar esos días, y todavía no había ganado ninguna Vuelta, ni siquiera de una semana. Yo me considero un corredor de referencia, pero todavía tengo que romper, dar el paso que he dado en gran medida. Ahora lo tengo que dar en definitiva. Y ese es el que más cuesta.
P. ¿Las cronos son el problema?
R. Bueno, depende qué crono. Es otra faceta más, donde he ido mejorando, pero siempre será mi punto débil. Depende mucho de tu estado de forma en ese momento. En la Vuelta, las cronos son un poco más asequibles que en el Tour. Aquí hay cronos más acordes con mi estilo de correr, pero siempre va a ser un aspecto en el que yo ceda algo.
P. ¿Le gusta el diseño de la Vuelta de este año?
R. Me encanta. Que te entre por el ojo es importante. Y a mí el recorrido del 2011 me gusta. Además, tiene el ingrediente de unas etapas de montaña bastante buenas para mí, no son salvajes. Hay alguna que quizás se pase de dureza, pero en general son asequibles. Etapas como la de Peña Cabarga, que tengo ganas de volver, a pesar de haberme caído, e incluso El Angliru, aunque esa sí que es exigente de verdad. Y sobre todo, que la Vuelta regrese a Euskadi y encima pasa por Galdakao que es mi pueblo, y por qué no soñar con estar bien colocado, a falta de dos días para concluir la carerra.
P. Volver a Peña Cabarga y mirar para otro lado, olvidando el pasado...
R. Siempre va a haber etapas peligrosas, sin duda. Siempre las hay, a veces simplemente por la climatología. La caída que tuve en la Vuelta no me va a afectar. Es algo olvidado.
P. ¿Tantos reveses le han hecho cambiar de estrategia en el pelotón?
R. Las carreras tienen muchas lecturas. Hay momentos en los que hay que estar adelante y en otros puedes estar más atrás. Pero hay que tener cuidado con los cortes porque un minuto en la Vuelta es mucho. En el Tour o en el Giro quizás no sea tanto, pero aquí se deciden muchos puestos.
P. ¿Le gusta el Giro?
R. Me gusta, pero le tengo un respeto tremendo. Igual más que al Tour o a la Vuelta
P. ¿Cree que le hubiera ganado a Nibali la Vuelta?
R. Necesitaba sacarle tiempo porque la crono era de 45 kilómetros y con 45 segundos hubiera andado escaso. Pero podía haberlo conseguido.
P. ¿Qué le induce a un muchacho a hacerse ciclista?
R. Yo era muy inquieto El ciclismo me ha gustado siempre y me servía para quemar adrenalina. De pequeño era un inquieto, un nervioso. La bici me ayudó y acerté y vi que se me daba bien. Le seguía a mi aita cuando iba con la bici. Él no llegó a competir, pero íbamos juntos y poco a poco fue metiéndome el gusanillo.
P. ¿Es difícil ser ciclista si no hay una razón hereditaria?
R. Muchas veces me he planteado por qué se me da tan bien la escalada. Yo pienso en la genética de mi abuela, la madre de mi padre. Fue una gran mujer, luchadora. Creo que yo he heredado esa genética.
P. El caso Contador ha sido un mazazo para el ciclismo...
R. Un jarro de agua fría para todos. Era y es la referencia mundial. Espero que todo quede lo mejor posible para él y para el ciclismo. Pero siguen saliendo chavales jóvenes y el ciclismo no va a morir.
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