Siempre Valerón

Plácida y no excesivamente fría, la noche de Reyes transcurría sin sobresaltos ni para Deportivo ni para Córdoba, aparentemente abandonados a un destino que semejaba escrito. Los locales despreciaron el fútbol, la gloria y hasta parecía que la épica para dar por bueno un empate que validaba la igualada a uno de la ida en El Arcángel.

Gestionó ese resultado el Depor en el alambre, por momentos apurado por su permisividad para darle la iniciativa al rival, al que faltó fe, pero no osadía: se fue a por el gol que le daba el pase a cuartos con tan solo tres hombres en la línea zaguera y cayó en la prórroga después de que Valerón, que jugó dos horas y fue más decisivo al final que al principio, acabara con las pamplinas y pusiera fútbol sobre el verde.

Aplicado y entusiasta, el Córdoba acabó por darle vidilla a la sesión. Marcó en el minuto 86 tras una excelente acción que culminó Arteaga después de que una maniobra sin balón de Pepe Díaz le dejara ante Manu. Antes había olisqueado el gol en varias oportunidades, la más evidente cuando mediada la primera parte Javi Flores maniobró en el pico del área para sacar un centro que Díaz de Cerio envió al poste. El rebote dio en Rochela y se fue al larguero en una carambola que activó al Deportivo, que buscó la iniciativa, pero se topó con sus limitaciones.

Ni Antonio Tomás ni Juan Rodríguez participaron en la salida de la pelota, que para el Deportivo solo tenía un camino, el pelotazo a los laterales o el balón en largo a Dioni. Así de fácil se cerraron los caminos hacia Pablo Álvarez o Valerón, dos que siempre esperan el balón al pie. Tras el descanso pareció que la orden era buscarlos. También ellos hicieron más por aparecer y orientar a sus compañeros. Se comenzó a jugar en el campo del Córdoba y hasta entró Adrián para asociarse con los mediapuntas, pero ya era demasiado tarde para que el Deportivo evitara zozobras.

Buscó alternativas Lucas Alcaraz. Las halló en Jonathan Sesma y Pepe Díaz, que dieron aliento al frente de ataque y empujaron a su equipo lo suficiente como para que el Deportivo acabara atrás dando por bueno un empate sin goles ante un oponente que pelea por no bajar a Segunda B. Ni eso consiguió. Marcó Arteaga y los de Lotina montaron una revolución en cuatro minutos.

Valerón envió un disparo al palo y Adrián transformó un postrero penalti por mano de Sesma. Todavía hubo tiempo de que una falta de Tena a Valerón dejara al Córdoba con diez para una prórroga en la que el mediapunta canario se inventó un pase imposible para que Adrián sellara la clasificación primero y la rematara luego con un penalti en el último minuto. Tres goles de Adrián y clase magistral de Valerón.