Villa es más temido que Ibra

El Rubin se siente menos fuerte que la temporada pasada. Quizá, porque, hoy en día, es un equipo menos trabajado después de los cambios habidos en la plantilla, renovada en su columna vertebral. Así que el todavía campeón de Rusia recela aún más del Barcelona, sobre todo porque considera que las novedades le han mejorado.

"El Barça ha salido ganando con Villa", argumenta el central español César Navas, fichado del Racing en 2009.

"Ahora, su delantera es más peligrosa", prosigue. "Ibrahimovic nunca demostró en el Barça ser el gran jugador que parecía en el Inter. El asturiano es muy hábil y letal. Se mueve muy bien entre líneas, siempre está al borde del fuera de juego y te castiga al menor despiste. Es muy difícil de controlar. Por su parte, Ibra era más potente, pero más fácil de marcar".

La salida de Ibrahimovic ha supuesto además que el Barcelona deje de jugar con un delantero centro estático y que Messi o, en su caso, Iniesta ejerzan de falso nueve, circunstancia que dificulta la tarea de los centrales rivales, que dudan a la hora de encimar, de salir, de defender su área. "Messi tiene muchas ganas de jugar y está en muy buenas condiciones", advirtió Piqué. "La decisión de que juegue o no corresponde al míster", añadió. Pep Guardiola no decidirá hasta hoy mismo, después de constatar el estado de su tobillo derecho.

Messi se presenta como el jugador perfecto para romper el juego cerrado del Rubin, que junta muy bien las líneas y se organiza a partir de la seguridad que transmite su portero, Ryzhikov, para atacar después con réplicas rápidas. El problema del Barcelona la temporada pasada fue precisamente que no supo atacar al Rubin y Kurban Berdiev, en cambio, sí supo descifrar al Barça.

"Va a ser un partido parecido al del año pasado", terció ayer Guardiola. "Lo suyo, lo que el Rubin sabe hacer, lo hace muy, pero que muy bien. Es un muy buen equipo y tiene un muy buen entrenador", prosiguió el técnico azulgrana; "nos aguarda un encuentro terriblemente duro porque nos enfrentamos a un rival que el curso pasado estuvo a punto de clasificarse para los octavos de final pese a competir con el que luego sería el campeón y uno de los semifinalistas. A ver si somos capaces de descubrir por qué nos costó tanto jugar contra el Rubin".

Aunque pronostica que al Barcelona le queda "mucho trabajo por hacer" para clasificarse en la Champions, Guardiola también auguró un buen ejercicio: "Estoy convencido de que completaremos una buena temporada porque competimos muy bien. Estoy muy ilusionado, aun sabiendo que tenemos que ser humildes". Nadie ha agrandado más al Rubin que el entrenador barcelonista.