El Villarreal, un equipo de andar por casa

Equipo de andar por casa, al Villarreal le cuesta un mundo meterse en los partidos que disputa fuera de El Madrigal. Da igual que sea en San Sebastián o en Zagreb. Un jugador de 23 años llamado Jorge Sammir, brasileño nacionalizado croata, se bastó solo junto a un puñado de esforzados acompañantes para derrotar al conjunto de Garrido, al que le faltó dinamismo y profundidad y que terminó con diez jugadores por la expulsión de Senna, la segunda de su carrera, la primera en Europa.

Rebajado en la alineación con hasta seis cambios respecto al último partido de Liga, el Villarreal se vio sorprendido al poco de rebasar el cuarto de hora de partido por una contra conducidaun dolor de cabeza constante para el Villarreal, bien culminada por en un contragolpe que culminó Rukavina. La acción que daba ventaja al conjunto croata se convirtió en su argumento de vida: cerrar espacios ante el dominio tibio del Villarreal a la espera de que el balón lo cogiera Sammir.

Con Altidore y Marco Rubén perdidos en el ataque, Cani no daba abasto para cumplir con las labores defensivas e inventar el pase definitivo. Sólo Jefferson Montero, con sus continuos desbordes y fintas daba sensación de poder alterar la dinámica de una exposición plana. Garrido requirió la presencia Borja Valero y Rossi, y finalmente a Cazorla. De nada sirvió.