Heskey nunca pasa de moda
Inglaterra recupera al veterano delantero para hacer de acompañante de Rooney en la punta de ataque
La exigente afición inglesa ha tenido siempre una postura ambivalente en cuanto a sus afectos por el delantero de la selección, Emile Heskey (Leicester; 1978). Ha pasado de corear sarcásticamente "5-1, e incluso Heskey ha marcado" (en la victoria de Inglaterra a Alemania en las fase clasificatoria para el Mundial 2002) a alabarlo. Su carrera, llena de altibajos, justifica en parte las filias y fobias, las esperanza y la desconfianza que despierta la inclusión del jugador en elonce de Inglaterra. El seleccionador Fabio Capello, en cualquier caso, lo tiene claro. Tiene sitio en el equipo.
Los números de Heskey con su selección no son muy boyantes, sobre todo teniendo en cuenta que es un delantero. Desde que debutó en un amistoso contra Hungría (1-1) en 1999, el ariete del Aston Villa ha disputado 60 partidos internacionales y sólo ha marcado 7 goles. Una cifra irrisoria. Hay porteros que han anotado más tantos con su selección, dicen con sorna en Inglaterra. Este promedio es peor incluso que el de esta temporada con su equipo (3 goles en 16 partidos). En estas circunstancias, cualquier otro jugador estaría descansando en la playa buscando un nuevo equipo para la siguiente temporada. Heskey, sin embargo, está en el Mundial. Probablemente sea de los pocos futbolistas que está en Sudáfrica por sus capacidades físicas y mentales que no por lo que haya demostrado con su club este año.
Capello se fijó en él en 2008, cuando Heskey jugaba en el Wigan. Las primeras veces que lo vio jugar no quedó muy impresionado, pero en el partido contra el West Ham notó que estaba mucho más en forma, más fuerte de lo habitual. Su potente físico hizo que pensara en él como el perfecto acompañante de Wayne Rooney en la delantera inglesa. Un papel al que no es ajeno el delantero. Es el que ha estado desempeñando a lo largo de toda su carrera. Así es cómo Heskey regresó a la selección, después de haberse perdido el Mundial de Alemania 2006.
La presencia de Heskey en los Pross ha sido habitual. Siete seleccionadores han contado con él, pese a su escaso acierto de cara a la portería. Estaba en el campo en alguna de las victorias más memorables de la selección de la década pasada (4-1 a Croacia, 5-1 contra Alemania). Heskey ha disputado con Inglaterra las Eurocopas 2000 y 2004, y el Mundial de Corea y Japón 2002, donde marcó un gol en la victoria por 3-0 de octavos de final contra Dinamarca. (Con la Sub 18, en 1996, junto con Michael Owen, quedó tercero en la Eurocopa).
Trabajo invisible
Pero las lesiones, en sus tobillos y en la espalda sobre todo, han lastrado la carrera de Heskey, haciéndole perder la internacionalidad y obligándole a jugar en equipos menores como el Birmingham City (2003-2006), o el Wigan (2006-2009). Aunque siempre se ha desempeñado en la misma posición, en la que lo requiere Capello. Haciendo el trabajo invisible, permitiendo que otros delanteros puedan jugar. El trabajo sucio que se aprecia en el campo pero que no se divisa desde las gradas, el que le granjea críticas tan encontradas. Así le ocurrió en el Liverpool, club que le fichó en abril de 2000, convirtiéndose en el fichaje más caro de los reds por aquel entonces (13 millones de euros). Ese año marcó 23 goles. Pero nunca más volvería a repetirse, quizás porque su función, más que marcar, está en preparar los goles, abrir espacios para los delanteros estrella: Michael Owen, Milan Baros en el Liverpool, Agbonlahor en el Aston Villa, Rooney en la selección...
Heskey, sin embargo, ha vuelto. Con 32 años y en un increíble estado de forma. Parte del mérito lo tiene Steve Bruce, el manager que se lo trajo de Birmingham al Wigan y le instó a trabajar duro para recuperar la forma. Él nunca dudó que podría regresar a la élite y nunca pensó que la edad fuera un impedimento. En el partido contra EE UU del pasado sábado, Heskey dio el pase de gol a Gerrard y tuvo bastantes ocasiones. El fallo garrafal de Green, sin embrago, no ha mitigado las críticas de los escépticos hacia el delantero inglés. "Cualquier otro jugador no hubiera fallado las ocasiones que tuvo Heskey", reflejaron en los rotativos sensacionalistas ingleses. Tampoco olvidan que fue él quien durante un entrenamiento previo al Mundial lesionó al zaguero y capitán de la selección, Rio Ferdinand. La afición sigue dividida, pero Heskey está de moda. Capello lo dice.
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