Otro susto en el avión

Históricamente al Barcelona se le da mal Riazor y, en los últimos 17 años, sólo había ganado tres partidos. Ayer, el Barça ganó pero lo pasó mal incluso de camino a la ciudad gallega porque, a los 20 minutos de haber despegado del aeropuerto de El Prat, su avión tuvo que regresar. El comandante, Carles Planes, detectó un problema de presurización en la nave. "La seguridad es lo primero", comunicó al pasaje mientras procedía a explicar el problema. "Unos sensores nos avisan cuando las compuertas están abiertas, pero no si están mal bloqueadas". Eso sólo puede certificarlo el personal de tierra. Cerrada pero no bloqueada, la compuerta generó problemas. "Teníamos unos movimientos extraños en el avión", afirmó Planas, un problema que, una vez en tierra, se solucionó en un minuto. La espera del turno de despegue se alargó más, así que el Barça llegó una hora más tarde de lo previsto y aterrizó en la ciudad gallega a las 14.30 horas entre viento y algunas turbulencias pero sin mayor contratiempo. El de ayer es el segundo percance que sufre la expedición del Barcelona este curso en un avión. Al regreso de Kazán, el 5 de noviembre, el comandante abortó el despegue por otro problema.

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